miércoles, 28 de julio de 2010
Los preferidos de la tía Nelly
martes, 20 de julio de 2010
lunes, 19 de julio de 2010
domingo, 18 de julio de 2010
jueves, 15 de julio de 2010
martes, 13 de julio de 2010
Pedido

Te pido que hoy hagas un poco de ruido. Con lo que tengas a mano (no arruines tu cacerola de teflon).
Necesitamos tu ruido. Necesito tu ruido.
Para intentar concientizar a nuestros legisladores, para lograr iluminarlos de una vez por todas.
Para lograr dejar de ser un ciudadano de segunda.
Te lo pido por favor.
Desde ya, muchas gracias.
viernes, 9 de julio de 2010
Radio Nacional Mercedes Sosa
lunes, 5 de julio de 2010
El replicador de sueños y un reflexivo post
Felicitaciones, muchachos.
jueves, 1 de julio de 2010
De confianza
Allá por los sesenta, apareció una marca de aceites comestibles que se hizo popular rápidamente. El producto era de una calidad media, con precios accesibles para las clases populares.
Como muchas otras empresas en ese entonces, desapareció.
En los noventa, con el auge de los supermercados y las “marcas propias”, ésta fue comprada por una cadena de autoservicios mayorista.
Como se sabe, los hipermercados buscan fidelización de sus clientes mediante la creación de marcas propias, sin participar en la fabricación de ningún producto. Ellos negocian con los grandes productores y logran un precio especial para sus clientes.
Con los vaivenes de precios, aparecen también las variaciones en la calidad de los productos ya que en sucesivas licitaciones ganan –a veces- otros productores.
Es uno de los problemas de este tipo de marcas: la calidad puede ser parecida, pero el producto varía en forma permanente.
El caso parece ser bastante exitoso, ya que no dejan de aparecer nuevos productos de la línea. Lo que da para desconfiar, ¿qué quiere que le diga?
Estas operaciones no son conocidas por la mayoría de los consumidores, que sólo se limitan a seguir un producto determinado por su MARCA.
Así, Laraira®, comienza por su “tradicional” aceite y se va diversificando hasta el paroxismo, Lo que da para desconfiar, ¿qué quiere que le diga?
Aceite, vino, azúcar, amargos, sardinas, atun, arvejas, choclo, fideos, arroz, raticida, lavandina…
No faltará en el imaginario popular el que alucine con una línea de producción y un obrero que se equivoque de envase o etiqueta (no sé si esto será posible), mezclando la lavandina con el amargo serrano o el azúcar con la caballa.
Mi hermana, por ejemplo, es adicta a una marca de televisores, ya que en los ochenta eran de excelente calidad. Nadie le logra explicar que los que se etiquetan con esa marca, hoy en día, son absolutamente pedorros. Hoy, las marcas, son sólo eso: marcas. Etiquetas. Salvo algunas muy puntuales, no son otra cosa que eso.
Ser consumidor, en estos tiempos no tiene sus privilegios…