viernes, 3 de abril de 2009

Preguntas


Hace rato que me vengo preguntando qué hicimos como sociedad con los ex-combatientes de Malvinas. Está claro que quienes no estuvimos allí o no tuvimos algún pariente o amigo cercano en las islas, no vivimos una guerra.

Me acuerdo que la inmensa mayoría nos habíamos convertido en estrategas de café.

Todos hablábamos de la guerra, de "nuestras" Malvinas, aprendimos la marchita, y mutamos en grandes generales de historieta. De un día para el otro pasábamos de ser tipos comunes a especialistas en Diplomacia.
Todos hablábamos de Malvinas, de la guerra. Era nuestra excusa para no verla, para no sentirla. Pero si alguien nos observaba desde fuera, se hubiese percatado de que lo que hablábamos no era de una guerra real.

Era otra: Más parecido a una telenovela o folletín por entregas (o comunicados por radio y tv). Y encima un mundial de fútbol simultáneo.


Quizás esa sea la clave para entender mi pregunta del principio. No la vivimos como propia. No nos dábamos por enterados, como con otros aberrantes hechos de esa dictadura infame.
Transcurría todo tan lejos. Las familias de los soldados estaban tan lejos también... Pero desde hace muchos años que sabemos lo que pasó allí. Sabemos que -entre otros factores- le debemos a quienes dieron sus vidas, a quienes combatieron, un pedacito de esta democracia con la que nos llenamos la boca. Entonces, nos indignamos, lloramos, gritamos al televisor, a la radio. Para ser interrumpidos por algún familiar que nos pide que ayudemos a servir la cena.

¿Será un problema de dinero? Digo. Hemos pagado cada cosa.
¿Tan caro sería garantizarle a cada uno de esos ex combatientes un hogar decente, un trabajo digno? Algo que no parezca una migaja, una dádiva.

No fueron millones de soldados. Sólo unos pocos miles.

Claro que más barato sería esperar a que mueran todos, aunque sea en la más pavorosa de las miserias, para agrandar un poco el cenotafio de Plaza San Martín y listo. No debe ser tan difícil. No sé, digo. Hasta la próxima.



Foto: Página/12

2 comentarios:

Roberto dijo...

Hola Claudio, que difícil es poder mantener la objetividad respecto de este tema, las heridas aún están muy a flor de piel a pesar del tiempo, y más aún cuando viajas en el Sarmiento y ves que pasan ex combatientes mendigando que se les compre una calco o un escudito bordado, vestidos con chaquetillas de combate y dando explicaciones del porque tienen que hacer eso, bueno puntualmente yo creo que como sociedad no se si hay mucho que se pueda hacer para brindar ayuda,no olvides que muchos ese nefasto 2 de Abril de l892 fueron a vivar a un alcohólico por el inicio de la guerra como si se tratara de un partido de futbol. Como ocultas esa verguénza? si no es mediante la ignorancia. Pero si estoy seguro que nuestros gobernantes les dieron la espalda a estos nuestros chicos de la guerra.
Que paradoja no.....

El Vasco dijo...

No sé que pasa con labonaerense. A mi me aparece el mismo mensaje.
Le voy a mandar un mail.