Hay épocas en la vida de cada uno de nosotros, que nos marcan de una forma especial.
En julio de 1994 sufrí la pérdida de mi madre y –unos días antes- el 8, la de un señor de un talento descomunal. Se trata de Carlos Abrevaya.
Muchos, lo recordarán casi al instante. Otros, podrán preguntarse quién era. En dupla con Guinzburg en Satiricón o los reportajes de La noticia rebelde.
Junto a Adolfo Castelo en la segunda etapa del ciclo del por entonces ATC.
Mordaz, sarcástico, agudo, sutil, de una inteligencia superior.
De lectura imprescindible en la revista HUM® o en sus libros sobre los medios de comunicación.
Un apasionado de los medios.
¡Cómo le hubiesen gustado estos tiempos de blogs a Carlos!
Vaya desde este post a modo de homenaje en el décimo cuarto aniversario de su prematura muerte.
Aquí, junto a Jorge Guinzburg en un reportaje a Pappo:
3 comentarios:
Siempre me acuerdo de Carlos (la famosa dupla Guinzburg-Abrevaya). Me impacto su muerte tambien, porque lo veia en la noticia rebelde, y me parecia un tipo joven, y gracioso. Y a mi edad, no aceptaba que muriera gente joven y graciosa. Hoy tampoco.
Gracias por traer el recuerdo de Carlos... lo andaba necesitando.
Que bonito y a la vez nostálgico recuerdo.Esas tres personas que dejaron una estela de cosas tan identificables,como la alegría,la música y el humor.
Me dió un gusto enorme haberlos visto.
Gracias por tener este rinconcito,muy lindo blog.
Gracias a vos, Mónica, por hacerlo mejor con tu comentario.
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