lunes, 9 de febrero de 2009

Maníacos



Los hay de toda laya. Pero me voy a referir concretamente a uno que tengo muy muy cerca.

Hace un par de meses que nos rondaba las cabezas, a mí y a mi par, migrar a Linux. Es más, se los conté en esa oportunidad. Desde entonces, sólo utilizo Ubuntu (distro de linux) y soft libre.

No presentó en mi pc grandes dificultades. No fue tan así en la de Roberto. Es una computadora algo antigua, si cabe el adjetivo.

Es preciso informarles que tenemos cerebros opuestos: Yo, soy un típico y avanzadísimo usuario final, docente de micro informática, me considero un tipo creativo, pero un asno en todo lo que pueda delimitarse dentro del término programación. Todos me dicen que soy un vago, que me sobra inteligencia para programar cosas hermosísimas. Pero la verdad a mí si no es WISIWYG, no me agarran ni con un exocet.

Por lo tanto, desde hace años he decidido dejarles el mundo libre a los que adoran programar en esos áridos lenguajes que pululan por ahí.

No es el caso de Roberto, que es un entusiasta programador autodidacta. Tiene la cabeza lista para programar.

Durante estos últimos dos meses, hemos bajado e instalado en su pc, yo diría que más de 30 distribuciones de linux diferentes, siempre reducidas, para equipos viejos.

O no le reconocían la placa de red, o bien el monitor o el mouse se volvían inconfigurables, cuando todo venía bien, no permitían la instalación de codecs de audio y video.

Mi mente vaga le buscaba la solución bajando una nueva distro para que la probase, siempre con el aliciente de un par de buenos comentarios en foros varios.

Y así pasaban los días de Roberto: puteando, investigando, instalando, hurgando, desinstalando, actualizando, bajando paquetes que de tan bien envueltos siempre lo dejaban peor que antes.

Después del primer mes, le ofrecí un viejo windows 98, para que abdicase.

No obtuve otra respuesta que su terca insistencia de menteprogramadora. Él, seguía puteando, investigando, instalando, hurgando, desinstalando, actualizando bajando paquetes...

Así hasta el paroxismo.

Por suerte encontró la versión justa para su cascajo y todo funciona bien. Lo que sí es que el sigue puteando, investigando, instalando, hurgando, desinstalando, actualizando bajando paquetes...

De puro maníaco.

Todo esto me hizo aprender sobre mi par que nunca deberé desafiarlo diciéndole que algo no es posible.

No sé si es bueno o malo... pero la verdad: No es vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenes razón Claudio, no es vida...pero los maníacos somos así!
saludos!

El gato vagabundo dijo...

Ojo con eso, porque podes usarlo en tu beneficio propio.

Por ejemplo, a mi mujer suelo decirle "vos a mi no me podes tocar un pelo" y se arman unas trifulcas memorables.

El tema es cuando me empiece a quedar pelado...