viernes, 17 de octubre de 2008

Delirios de un gordo a régimen


Durante 2006 y parte de 2007 sufrí una importante depresión que me hizo ganar unos cuarenta kilos. De Octubre de 2007 a Marzo de este año, logré bajar unos 25.
Luego, por causas que no vienen al caso paro que no son una excusa más, me vi obligado a realizar una suerte de mantenimiento (no adelgacé más, pero tampoco aumenté de peso).

Hace una semana retomé mi dieta.

Lo particular esta vez es que la misma se desarrolla sin mayores problemas, salvo un pequeño detalle: padezco delirios.

Lo normal, en las primeras semanas de dieta, en mi caso, es sentir deseos frecuentes de algún alimento en particular (prohibido en la dieta, claro), que no suele ser una exquisitez muy sofisticada: un puré de los míos (bomba a la altura de la neutrónica), un choripán... esas pequeñeces.

Pero esta vez, ante el estupor de mi reciente pareja, aluciné mal.

Cual Hansel o Gretel imagino mi casita hecha de comestibles: Las vigas del techo de queso de cerdo y morcillón (alternadas), las tejas son fetas relucientes de jamón serrano.

Las paredes son de quesos duros y las aberturas metálicas fueron reemplazadas por quesos de pasta semi dura. De los grifos sale cerveza negra Schneider bien helada.

Puedo jurar que no poseo alimento prohibido alguno en nuingún escondrijo inalcanzable.

En fin, amigos, como pueden observar, mi vida no es nada fácil.

Y (mientras dure la dieta), no es vida.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

"De los grifos sale cerveza negra Schneider bien helada."

Ojalá fuera cierto eso...!!!

Vamos CLAUDIO adelante con la dieta...y sí,no es nada fácil...pero es calidad de vida...!!!

Saludos.

Claudio G. Alvarez Tomasello dijo...

Gracias Antonio!

También debo agradecer a Nicolás de Uruguay y a Boris que comentaron directamente al mail.

luli dijo...

claudio cómo lo entiendo!! la historia es medio larga pero la cuestión es que el año pasado como para esta fecha me puse a dieta estricta y bajé un montón, estaba a punto jaja! obviamente de marzo a esta parte y por culpa de las comidas de invierno, engordé. la semana pasada dije "empiezo la dieta"... esto es terrible!! no hay chance de que me esté costando tanto!
ay si de la canilla saliera fernet no salgo más de la ducha!!
besos

El gato vagabundo dijo...

Bueno. La Schneider negra suele provocar sindrome de abstinencia. De las cervezas negras, ella es la mas dificil de dejar. Y la mas dificil de conseguir aca en Cordoba. Tal vez debido a eso es que estoy manteniendo mi peso.

Cuando hagas esa casa con la que deliras, ¿me invitas a demolerla?. Yo llevo pan de campo para eliminar mas facil los escombros.

Saludos

El Vasco dijo...

aliento tu dieta, pero el dia que quieras romperla... yo voy.

Unknown dijo...

Seguramente algun pan integral (comprado en un super chino) ya maduro, tenía algún tipo de hongo que no era moho, apenas se baje el efecto, tu casa será nuevamente tu casa... y por supuesto fuerza!!!! y como siempre, recordá el acompañar todo con algo físico (lo que sea!!!!!)

difícil la tipa dijo...

Claudio... yo podría darte letra para que escribas, no un post, sino una novela titulada LAS DIETAS Y YO!
Te aseguro que tu delirio es bastante sofisticado, casi glamoroso. Mucho más, por cierto que descubrirme cual sonámbula, parada en la puerta de una verdulería, admirando unas mandarinas, en medio de una dieta proteica. Patética!!