martes, 31 de marzo de 2009

Mecanismos


Estoy a punto de mudarme. Contrariamente a las últimas veces, el proceso de mudanza en sí, me está hinchando un poco.

Me estimulan los cambios, pero ya no tengo ganas de los procesos... ¿Se entiende? A ver: me encanta mi proyecto, lo estoy esperando. Está ahí... Pero el proceso de mudarme, me embola.

Antes era materia dispuesta, he sido excelente auxiliar de mudanzas de mis amigos y para las propias, era super expeditivo. Pero no tengo ganas de armar canastos, cajas y bolsitas. Ni de etiquetarlos como un maniático.

Me encantaría dormirme hoy aquí, en mi casa actual y despertarme mañana en la nueva, con todo armado. Así cualquiera, dirán Ustedes... Pero es la verdad. Encima están los mecanismos de la mente que nos hacen tirar cosas que acumulamos al divino botón (por no decir al pedo) antes de partir, para terminar tirando otras más al momento de acomodarlas a la nueva casa.

Y los recuerdos al empaquetar libros, papeles, compacts, etc.


Bueno, quería avisarles que por ahí pueden aparecer posts nostálgicos, o también alguna discontinuidad en las entradas, ya que uno nunca sabe cuánto tiempo se va a tomar la compañía proveedora de Internet en hacer el cambio de domicilio...


Ah! y si llegan a pasar por aquí a cebar mate tengan cuidado de no ser empaquetados convenientemente. En fin, ténganme paciencia, ya soy un señor mayor.

Me voy a armar una caja de libros.

2 comentarios:

El gato vagabundo dijo...

Dicen que la mudanza es la segunda situacion en la vida mas estresante, la primera, claro, la muerte de un ser querido.

A mi siempre me gustó mudarme. Pero... la ultima mudanza que hice hace un año fué caótica. Y me sacó todas las ganas.

Y mientras van pasando las mudanzas, las cosas a llevar son el doble de cantidad. Y se hacen largas, tediosas, y evitamos encararlas hasta que se hace inevitable.

Suerte Claudio... y tomalo con calma.

Roberto dijo...

Solo tenes que tomarlo con paciencia resignaciòn y pensar que es una etapa de cambio para una vida mejor.