domingo, 29 de junio de 2008

¿Me ayudan?




Que estamos cada día más deshumanizados, no me cabe duda. Pero hay ciertas historias que realmente me sobrepasan. Desde hace unos días que trato de hilvanar ésta que quiero contarles, para ser bien claro. Pero –invariablemente- termino siempre con un nudo en la garganta y las palabras.
A ver:
Ya les presenté a Tucky. Su papá, cuenta que él quiere empezar a “arreglárselas solo” y que su afán es hacer buenos amigos. Por eso cuando unos adolescentes vecinos de General Deheza, vecinos de muy cerquita, de unas cuadras, lo invitaron a una fiesta, Tucky no dudó.
Cuando llegó a la casa de sus nuevos amigos, fue el blanco de las “bromas”.
Hasta que éstas pasaron a mayores: Uno de los chicos le roció bencina en sus jeans y otro le prendió fuego. Hay más. Como pudo y gracias a que en esa casa había una piscina, se tiró al agua, entre las risas de todos los concurrentes.
Uno de éstos, lo sacó del agua y lo llevó en auto hasta su casa.
Tucky se la seguía aguantando. Hasta que ya acostado, comenzó a gritar porque el dolor de las quemaduras en sus piernas era imposible de disimular.
Su padre lo llevó al hospital.
Esto sucedió el 2 de abril en General Deheza, pueblo sojero si los hay.
Demás está decir que los adolescentes que intentaron quemar vivo a Diego eran de familias “bien” de esa localidad.
Hace unos días el juez de menores que intervino en la causa, José Varela Geuna de Río Cuarto, ordenó que cuatro jóvenes tengan que cumplir tareas comunitarias, por otra parte, también solicitó que los agresores reciban asistencia psicológica y, uno de ellos, deberá cumplir una interconsulta psiquiátrica. Además, los cuatro padres de dos de los adolescentes deberán realizar terapia familiar y recibir asistencia psicológica.
Consultado por los medios el Juez Varela Geuna aclaró: "Lo que se dispuso no es una sanción ni un castigo, sino que, tras un abordaje con los equipos técnicos, se entiende que lo mejor para el desarrollo integral de estos jóvenes en conflicto con la ley penal es buscar una concientización".
Estoy siendo muy prudente. No he calificado, trato de no ofuscarme, pero: ¿Solamente yo pienso que esta sentencia es una burla?
¿Soy muy necio por pretender que esos padres y nenes “bien” escarmienten y tomen real conciencia de que no estamos en la época feudal y que hijoputeces cómo esta no deberían suceder?
Me da vergüenza el juez Varela Geuna, me da vergüenza, indignación y ganas de encarcelar a los padres de esos nenes “bien”.
¿Y si la cosa hubiese sido al revés? Si el daño lo hubiese causado un grupo de chicos de clase baja a uno de estos adolescentes “bien”, el castigo (porque se impone un castigo) hubiese sido tan magnánimo?
Escuchar las declaraciones del padre de Diego a una radio y la serenidad con la que las vierte, es algo que me hace pensar aun más.
“La medida va a servir para que tomen conciencia y reeduquen ciertas cosas que es necesario que ellos lo sepan", sostuvo el hombre en declaraciones a radio Mitre 810.
A Tucky le cuesta superar lo vivido, no sólo porque curar las heridas de las piernas y evitar que se le infectaran le llevó más de un mes, sino porque "se tiene que manejar solo", según explicó su padre. "Él sigue en su afán de hacer amigos", agregó.
Ayúdenme a pensar, a entender. Por favor.




Foto: Diego Tucky Scipioni y su padre, José, mostrando las zapatillas quemadas y restos del jean. (La voz del interior)

Tucky



Les presento a Diego Scipioni. Lo apodan Tucky. Tiene 23 años, novia y una familia que lo ama. Además tiene un pequeño retraso madurativo.

Tucky es buen estudiante, tiene enormes ansias de superación y un gran corazón.

Tucky, como cualquiera de nosotros necesita ser querido, ser reconocido. Y quiere tener amigos.

Vive en General Deheza, en nuestra provincia de Córdoba. Un lugar cuyo nombre nos remite a noticias de los últimos tiempos, donde la soja se transformó en el tema inflatable en cualquier reunión de argentinos.

Quería presentárselos.

Más tarde les voy a contar más cosas de Diego Scipioni.
Foto: La voz del interior

miércoles, 25 de junio de 2008

Recomendación

Murió otro actor argentino


Se trata de Vicente Larrusa. Trabajó en Los primeros cciclos de Polémica en el bar y junto a Juan Carlos Altavista, en su personaje de El Preso. También formó parte de múltiples elencos televisivos y películas de las décadas del 60/70. Tenía 80 años. Que en paz descanse.

martes, 24 de junio de 2008

Un país de verdad



Mientras leía esta nota de Clarín, pensé en escribir un post indignadísimo.
Pero hoy a la mañana nuestro amigo Gato Vagabundo en su blog se me adelantó, aunque sólo con el link a la misma. El Gato nos quiere hacer pensar. ¡Qué rápido es todo en Internet!
Ahí nomás le contesté y verde de la envidia por habérseme adelantado, me quedé tomando mate compulsivamente hasta que mi hermana me avisó que la pava estaba vacía hace rato.
Otra, en su lugar, me hubiese filmado para –por lo menos- declararme insano con justa causa. Pero Lucía, aparte de generosa, está inmunizada a mi estulticia. Lo tomó como otro síntoma de mi diarrea cerebral y siguió de largo.
No tuve más remedio que ponerme a pensar. Y (a veces) ése es el peor remedio. Sobre todo porque inmediatamente escribo lo que pienso y lo publico sólo para torturarlos.

La nota de Santoro es muy clara.
Y quiero que esta también lo sea.
Porque tengo una propuesta bastante fácil de realizar y que podría significar el principio de un cambio de verdad para el país.
A ver:
Que el gobierno empiece a cruzar la información de AFIP, Min. de trabajo, Anses, etc. Para lograr que estos sátrapas poderosos no puedan ocultar ni silos, ni bolsas, ni personal…
Que si quieren obtener ganancias sepan que van a tener que ser empresarios en serio. Que van a tener que tributar.
Que el gobierno impulse a los sindicatos a que fiscalicen el trabajo en negro.
Que alguien calcule cuánto personal se necesita para cada gramo de soja y que contraste con las planillas de exportación.
Que ofrezca menos retenciones a más personal en blanco.
Pero con cifras reales.
Y así en todo, en el campo, en la industria, en la bolsa.
No tenemos impuestos a las ganancias a las transacciones de la bolsa, pero tenemos un impuesto retrógrado como el IVA, que pagamos todos, sin excepción…
No debe ser tan difícil. Es hacer cumplir la ley.
Pero claro, eso sería pensar para adelante, para las futuras generaciones, no para un mandato.
¿Alguna vez existirá la decisión política de hacer algo así? O seguiremos pensando en trenes bala que van a la estrtrosfrera* para llegar en media hora a Hawaii?
No me contesten.
Soy un iluso.


(*) Vean las caras de los nenes de Tartagal:

lunes, 23 de junio de 2008

Viaje a Ensenada

La familia de mi viejo era muy grande. Por ende éramos muchos primos y de las más diversas edades. Ya había mencionado a mi tío Mario. ¿Se acuerdan? Él y tía Irma eran los padres de Ofelia, Celia y Jorge. Con idas y vueltas como cualquier familia que se precie, Celia, Jorge, mi hermana Lucía y yo siempre fuimos muy amigotes.



Estación Dock Central


A fines de los 60 mi tío había conseguido un trabajo en el cine Social de Ensenada. Era todo un desafío, el puesto iba con vivienda incluida. Lo más mágico, para nuestras mentes infantiles era que la vivienda era parte del edificio del aquel cine, con todos los recovecos habidos y por haber que desafiaban nuestra imaginación. Fue una movida grande para ellos porque el traslado era importante.

Tiempo después, cuando ya estaban ubicados… decidimos hacerles una visita en patota. Éramos como quince. Y hacia Ensenada partimos un sábado tempranito, desde Constitución. Un viaje hermoso en tren (¿pueden creerme?). Llegamos a La Plata y de allí tomamos otro tren que nos dejaba en la estación Dock Central (Ensenada). Cómo nos divertíamos todos juntos…

El cine (para nosotros la casa era el cine mismo) quedaba en la calle La Merced 220, que era la principal si mal no recuerdo. (Acabo de hacer un mapita que adjunto.)

El cine Social era enorme, como eran antes los cines. Tenía camarines, pullman, que se yo cuántos recovecos.

La patota de primos, fascinados. Después de la recorrida que estaba impuesta, hicimos mil cosas, como siempre. Luego del almuerzo los más chicos fuimos a la pullman a ver una del Topo Gigio. ¿Por qué a la pullman? Sencillo: No siempre el cine estaba tan lleno como para habilitarla, entonces era el reinado de la familia encargada del cine y sus invitados, en esa oportunidad, nosotros.

Contaba Celia, alguna vez, que junto a tía Irma, tomaban posesión del sector, munidas del equipo de mate y (por supuesto) en deshabillé. En verano le avisaban al tío que si veía una voluta de humo, era porque ponían un espiral por los mosquitos.

Son esas cosas que quedan como imágenes imborrables.

No era raro ir en patota a la casa de algún familiar. Y siempre al decir nuestro los dueños de casa estaban dispuestos a realizar los cambios de escenografía que fueran necesarios para prolongar las visitas, que nunca duraban un solo día.

Ellos eran varios y nuestra patota un número interesante. Me hubiese encantado ir a dormir con el tío, Cacho y Marito a los camarines, pero mi hermana que siempre se las arreglaba para hacer de mamá no me lo hubiera permitido. Así que dormí en una cama con tres o cuatro más. Dicen que en un momento Celia preguntó: -Claudio, ¿estás cómodo? y que yo contesté medio ahogado por los pies de no se quién…: -Estoy arrodillado… Al rato nos dormíamos apurados entre risas y susurros, para que la mañana llegue rápido y poder seguir disfrutando.

A la noche cambiaba el programa y creo que daban una de Sandro. Celia, que es su admiradora número -23, nos llevó a la sala.

Nunca me voy a olvidar de aquél fin de semana en Ensenada. Del cine Social. Y de la imagen de sus rincones misteriosos..

Y el cine. Siempre el cine.





Por cierto, sigo a la espera de tu historia con el cine de tu pueblo, de tu barrio.

viernes, 20 de junio de 2008

Una Letra


Cacerola de teflón

“No te oí… En los días del silencio atronador.
No te oí junto a las madres del dolor,
no sonaste ni de lejos, por los chicos,
por los viejos olvidados.
No te oí… Puede ser que ya no estoy oyendo bien,
pero al borde de las rutas de Neuquén,
no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.
Y entre nuestros cantos desaparecidos
yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente,
que resiste comprender que haytanta gente
que en sus pobres recipientes sólo guarda una ilusión.
Cacerola de teflón, volvé al estante,
que la calle es de las ollas militantes,
con valiente aroma de olla popular.
Cacerola de teflón, a los bazares
o a sonar con los tambores militares
como tantas veces te escuché sonar.
No te oí… cuando el ruido de las fábricas paró,
cuando abril su mar de lágrimas llenó.
No te oí con los parientes del diciembre adolescente, asfixiado.
No te oí. Puede ser que mis oídos oigan mal,
pero no escuché en la exposición rural,
reclamar por el jornal de los peones yerbateros,
por la rentabilidad de los obreros,
por el tiempo venidero, porque venga para todos.
No te oí ni te oiré porque no hay modode juntar
tu avaro codo con mi abierto corazón.
Cacerola de teflón, volvé al estantede los muebles
de las casas elegantes
que las cocineras te van a extrañar.
Cacerola de teflón, a los bazares
o a sonar en los conciertos liberales
como tantas veces te escuché sonar.
No te oí en el puente de Kosteki y Santillán
No te oí por el ingenio en Tucumán.
No te oí en los desalojos ni en los barrios inundados de este lado.
No te oí, en la esquina de Rosario que estalló
Cuando el ángel de la bici se calló
y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.
Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo
por un joven sin trabajo, a la deriva.
Debe ser que desde arriba,
desde los pisos más altos
no se ve nunca el espanto y las heridas.
Cacerola de teflón, volvé al estante.
Yo me quedo en una marcha de estudiantes
donde vos nunca supiste resonar.
Cacerola de teflón, a los bazares
o a llenarte de los más ricos manjares
que en la calle no se suelen encontrar.
Cacerola de teflón, andá a c… ocinar.”

Ignacio Copani

Me suena... me suena.


No es una novedad que sea el día de la bandera nacional. Fieles a nuestra necrofilia, asignamos ese día por la muerte de su creador, Manuel Belgrano. Me encanta compartir esta anécdota con ustedes:


Como premio por los triunfos de Tucumán y Salta, la Asamblea del Año XIII le otorgó a Belgrano 40.000 pesos oro. Don Manuel lo destinará a la construcción de cuatro escuelas públicas ubicadas en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. Belgrano redactó además un moderno reglamento para estas escuelas que, por ejemplo dice, en su artículo primero que el maestro de escuela debe ser bien remunerado, por ser su tarea de las más importantes de las que se puedan ejercer. Pero lamentablemente, el dinero donado por Belgrano fue destinado por el Triunvirato y los gobiernos sucesivos a otras cosas y las escuelas nunca se construyeron y Belgrano murió en la pobreza total.


Fuente:
http://www.elhistoriador.com.ar/
la excelente página de Felipe Pigna.
Foto: Monumento a la Bandera (Rosario - Santa Fé)

Novedades

Las ventanas emergentes son todo un incordio, por eso les pido mil disculpas pues al haber escogido un sistema de estadísticas para este blog, sin saberlo, aparecieron las condenadas. Así que hoy, en un rapto de mañana lluviosa, opté por un contador de visitas bastante discretito, que no brinda datos estadísticos, pero al menos, no trae pop ups...

Del 24 de abril, fecha de inicio de este blog a la fecha, hemos recibido 1545 visitas.
Es un buen momento para agradecerles vuestra participación.

miércoles, 18 de junio de 2008

Cine, negro.

Así titula nuestro amigo Gato Vagabundo a la anécdota familiar que nos cuenta a continuación:

CINE NEGRO


Según cuenta mi suegro, hace muchos años, en un cine de San Francisco, proyectaban una película dramática, de la cual no recuerdo el nombre. Calculemos que debe hacer por lo menos 35 años de esta historia.

San Francisco es una ciudad del este cordobés. Donde termina la ciudad, empieza la provincia de Santa Fé, y en ella el pueblo llamado Frontera. Una avenida es el límite provincial en ese lugar, condición que creo solo se repite en dos o tres lugares más del país. Lugar cerealero por excelencia, supo albergar también industrias de nivel internacional. En San Francisco, durante muchos años, estuvo la fabrica de las maquinas de coser Godeco, la fabrica de las crackeritas (galletitas ultra conocidas en los 60’s), amortiguadores Delfabro… unas cuantas. Pero, siempre conservó ese espíritu pueblerino, con anécdotas graciosas de gente con muchísimo dinero y escasísima formación. Esta fórmula se repite en casi toda ciudad donde la actividad principal es la explotación del campo y sus posibilidades agrícolas, ganaderas y lecheras.

(El cine, gato, ¡el cine!. Volvamos al tema del cine…)

Bueno, volviendo al tema principal, se estaba llevando a cabo la proyección de una película tremenda, dramática. La gente en el cine lloraba a escondidas. Ante el pánico de ser señalados luego por el Bulevar 25 de mayo, todos los hombres de la sala fingían resfrios, basuritas en los ojos, lo que fuera para justificar sus ojos rojos a punto de estallar.

Imaginemos entonces, el momento mas duro de la película, la cúspide de la tensión emocional, el punto álgido del drama. Los protagonistas sufrían en la pantalla, y el cine entero los acompañaba, arrebujados y llorosos en esas viejas butacas de madera… y entonces… lo impensable sucedió…

Una estruendosísima flatulencia sacudió a la sala en penumbras, acompañada solo por el silencio y la sorpresa reinante. En un instante, la audiencia completa estalló en una carcajada incontenible. La gente se doblaba en sus butacas de la risa, y aplaudían rabiosamente, en contraposición con la muy probable perplejidad de los boleteros y cortadores de entradas, que estaban fuera de la sala, con la plena seguridad de que adentro se estaba proyectando un drama.

Terminaron por fin las risas, terminó también la película, y una voz femenina con marcadísima tonada cordobesa, en la obscuridad, intentando remediar lo irremediable, tuvo la pésima idea de agregar:

“-Dici eel nero que lo peeerdonen... que si li hai caaaapao”

Trad. Cordobés – Castellano: (dice el negro que lo perdonen, que se le ha escapado)

Como era de esperarse, la sala volvió a estallar en carcajadas y aplausos, mientras la gente se iba retirando, llevándose consigo el recuerdo de una película regular, y una anécdota que se contaría durante generaciones de boca en boca, y que al contarlo aquí, por primera vez se plasma en un escrito, y en un medio digital y público.

Lo que nunca imagino “el negro”, era que miles de personas iban a hablar de su estruendo… ¡que lleva ya décadas de resonancia en toda reunión familiar!

El Gato Vagabundo


***


Gracias, Gato. De corazón. Es lindo este ida y vuelta y nos da un poco de aire entre tanta tensión que nos rodea. Nuestro amigo El Gato Vagabundo se animó a enviar su historia. Sigo esperando historias de cine. ¿O creían que iban a salvarse? Vamos, lectores: ¡Manos al teclado!

Aquí, la ubicación de San Francisco:






martes, 17 de junio de 2008

¿Te animás?


Mañana voy a publicar un post siguiendo con mis recuerdos y con el cine como protagonista. Pero mientras lo estoy escribiendo, me doy cuenta de que la mirada que ofrezco es muy urbana. No está mal, pero sería lindo que algunos de ustedes compartiera con los lectores historias sobre nosotros y el cine en otros ámbitos no tan porteños o urbanos.
Para abrir el juego, les ofrezco participar escribiendo un post para este blog. No como comentario. Como entrada principal del blog.
Sólo tienen que enviarme el texto al correo de contacto de mi perfil. A la brevedad lo publicaré, para hacer más valioso el contenido de este blog, diversificándolo. ¿Te animás?
El juego está abierto.

Te necesitamos


¿Todavía falta tu firma? Leé sobre la propuesta aquí.

viernes, 13 de junio de 2008

Homenaje

Gángsteres, éramos los de antes...


Cambiar revistas, canjearlas, mejor dicho, era frecuente en aquéllas épocas de mi infancia. En Alberdi y Miralla había un negocio que se especializaba en eso, además de ofrecer libros de texto de primaria y secundaria, de segunda mano.
Eso quedaba más o menos a trece cuadras de mi casa. Íbamos pateando o en bicicleta, depende de las ganas. Eso sí, sólo por Manuel Artigas, ya que la vieja me tenía prohibido salir a la avenida. Si nos hubiesen dejado, nos pasábamos horas ahí dentro revolviendo y relojeando todo tipo de revistas.
Pero básicamente lo nuestro eran los comics de la editorial Novaro, la mexicana que entonces tenía la licencia de los DC comics: Batman, Superman, Linterna verde, Aquaman y toda la legión de súper héroes. Y, en segundo término, las de Disney.
Vos entregabas cuatro revistas y te daban un vale por dos. Revolvías, buscabas y te llevabas las que todavía no habías leído.
Eso del 2 x 1 era jodido, ya que te ibas descapitalizando…
Pero para ese tema habíamos hecho un descubrimiento que compensaba las pérdidas.
En Artigas y Tellier, al lado de la pollería, habían puesto un kiosco nuevo y también hacía canje de revistas. Por supuesto, tenía el diez por ciento de variedad y cantidad que el de Miralla. Pero una gran ventaja: El señor que lo atendía era bastante mayor y entre todos, lo apabullábamos hablando y pidiendo a la vez, de tal forma que llevábamos cuatro revistas y volvíamos con seis u ocho en el peor de los casos.
Eso sí, no permitíamos que chicos de otras calles lo trampearan.
Digamos que cuidábamos la exclusividad. Habíamos perfeccionado el tema, íbamos de a cuatro o cinco y nos turnábamos para que uno por día saliera “hecho”. Ése era el que mas lo envolvía, le daba charla y meneaba las revistas obtenidas.
Bastante turro lo nuestro.
A veces creo que el tipo se dejaba "engrupir", porque lo que menos le importaba era el canje, sino las golosinas o cosas del cole que uno le podía comprar de urgencia… De todas formas el negocio siguió, pero el canje duró un par de años solamente. Era entendible: En algunas horas del día no podíamos estar de guardia para que de otras calles le hicieran la manganeta… Nuestra “protección” duraba mientras éramos civiles, cuando tocaba la campana de entrada, desaparecían los pichones de gángsteres.
Después vinieron los libros de la colección Robin Hood y las revistas El Tony, D´artagnan, Intervalo (¡con películas del momento hechas en historieta!), Skorpio, etc.
Quedaba solo el canje de Miralla. Todo legal. Eran varios atendiendo y era imposible cagarlos.
¡Toda una injusticia!
Lo de siempre: no es vida.

jueves, 12 de junio de 2008

Hágalo circular

A veces uno pierde perspectiva. Se encierra en sus problemas, quizás se deprime, como en mi caso por la falta de trabajo, en fin, hay muchas posibilidades.
Me pasa habitualmente cuestionarme si este blog sirve para algo más que para catarsis.
Hoy quiero hacerles un pedido.
Quiero tres minutos de sus vidas.
Lean esta nota, por favor.



Aparte de admirar a La Bonaerense, de estimularla para que siga escribiendo estas desgarradoras crónicas, aparte de desear que existan muchos más maestros como ella... Algo se tiene que poder hacer. ¿Me ayudan?

martes, 10 de junio de 2008

No pueden desaparecer


Como todos los seres humanos, uno puede parecer contradictorio. Pero esta mañana me estoy desayunando con la muerte de Esteban Mellino a la temprana edad de 63 años. Más allá de mis gustos personales, era un gran artista. Y con Charly García en terapia intensiva... -No es justo.- dice una parte de mí (una de tantas) que los artistas se vayan antes que tanto hijo de puta que anda suelto por ahí. Ojalá Charly salga de ésta y ojalá nunca tenga que volver a inspirarme notas con bronca como la de ayer.






"Los amigos del barrio pueden desaparecer,los cantores de radio pueden desaparecer,los que están en los diarios pueden desaparecer,la persona que amas puede desaparecer.Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire,los que están en la calle pueden desaparecer, en la calle,los amigos del barrio pueden desaparecer,pero los dinosaurios van a desaparecer."

Audio.

lunes, 9 de junio de 2008

Una película vieja

Hoy mientras asistía a un reportaje del tándem Areces/Salomone en TN, a la administradora del hotel donde Charly García desplegó su repetido show de desbordes, me dio ganas de escribir este post.

Los reporteros insistían e insistían sobre detalles escabrosos, pero la reporteada, una chica joven, no dio el brazo a torcer y siguió con una conducta anti-amarilla. Llegado el resumen de no me acuerdo qué media hora, por las dudas al titulo de Charly, lo inflaban un poco más.

Bueno, que en TN y en otros medios hagan lo que quieran. No es de eso de lo que quiero hablar.

Considero a Charly García uno de los más grandes músicos de nuestro país.

Ahora bien:

Si Ud. o yo, mortales comunes y silvestres, sin rango de estrellas, a nosotros nos conocen unos cuantos y parte de la familia… vamos a un hotel y hacemos desmanes, nos meten en cana. Nos hacen un juicio sumarísimo y seguramente nos condenan con el máximo posible de la pena.

Si osásemos atacar a un fotógrafo aunque sea del más inmundo y execrable programa de chimentos, seguro vamos bien en cana.

Ahora bien, ¿Es un rapto de originalidad creativa que los sub-humanos no podemos vislumbrar, hacer mierda dos habitaciones de un hotel?

Porque a lo mejor García sigue adelantándose a su época (como siempre hizo en lo artístico) y de una obra de arte de magnitud nos estamos perdiendo los sub-humanos que oficiamos de espectadores.

Quizás dentro de un tiempo, se construyan hoteles para ser destruidos por “iluminados” y ese sea el espectáculo.

Estoy medio enredado (menos mal que ya les conté que escribo como pienso, a borbotones), entre la búsqueda de morbo de la pareja de TN y el hecho Charly de nuevo provocando quilombo.

No me interesa si el entorno del músico le exige más de lo que puede dar, si lo expone a que estos episodios se sigan produciendo.

Pero nadie se atreve a decir que habría que someterlo a una sanación, cualquiera que ésta sea?

Nadie piensa que miles de adolescentes están viendo como el “idolo de sus padres” pasa por la vida haciendo desmanes aparte de maravillosa música?

Cuando alguno de ellos (sub-humanos) intente lo mismo, va a ir preso o será internado sin miramientos.

¿Por qué Charly no? ¿Por qué lo dejan repetir? ¿Tan solo está, que nadie de su “entorno” se pone las pilas y hace algo por él?

¿No están hartos de ésta película?

Yo sí.



Hasta hoy, 700781 personas votaron
por un TREN para TODOS.

jueves, 5 de junio de 2008

Dos caritas. Un miedito.


No soy justo. Me olvidé de D´elía. Si Castells en un punto me divierte con su incoherencia, D´elía me da un poco de miedito, no él en sí mismo... El miedito viene más que nada por verlo sentado frecuentemente tan cerca de nuestra presidenta. No sé. ¿Me estaré volviendo paranoico?
No es vida.

¿Bailando por el campo? Cualquiera...

Diálogos:

-¿Castells y su troupe piquetera solidarizados con “los del campo”?

-Todo sea por aparecer en los medios… ¿o te olvidás de Bailando por un ridículo 2007?

-Tenés razón. Salvo que lo hagan de onda…

-¡Vamos! Hoy Castells solidario con los pools sojeros. ¿Te lo imaginás después de que arreglen con el gobierno, buscando apoyo en la rural para los desocupados? ¿O Castells olvida que los terratenientes argentinos son los que más lo desprecian? ¿O querrá formar parte del nuevo partido político agroganadero? La primer patada en el culo que le dan, lo destierra.

-Entonces no lo entiendo.

-Entendelo, Claudio, esto es cualquiera.

-Tenés razón. Cualquiera.




Van casi 700000 firmas por un tren para todos en menos de un mes de campaña. Sentite parte. Firmá.


martes, 3 de junio de 2008

Y... ¿dónde está el Congreso?

No me diga nada. Debo ser un jodido. Uno de esos monjes rojos que "piensan feo", un subversivo, un desestabilizador de la democracia que tanto nos costó conseguir...
Todo lo que quiera. Pero yo me pregunto lo del título del post.
Soy un convencido de que el voto es LA herramienta que tenemos para elegir a nuestros gobernantes. Ahora bien, fuera del ejecutivo, ¿Alguno de ustedes me puede citar de memoria la lista de diputados por el distrito de residencia?
No pido más: sólo los de su localidad.
cri cri cri cri
Me lo suponía.
Les propongo otro ejercicio: ¿Qué proyectos trascendentales está debatiendo nuestro Congreso Nacional?
No me haga trampa. Aparte de las iniciativas del poder ejecutivo.
No hablemos de dietas, de viáticos, de desarraigo. Tampoco de los trascendentales proyectos como el de declaración de la localidad de Sarampa Capital Nacional del Guanaco en Celo.
Hablemos de compromiso para con el pueblo que los votó.
Nuestros diputados y senadores no tienen vergüenza.
Yo, tengo vergüenza ajena.
No es vida.






Sarampa es ficticio, no lo busques en el mapa. La fiesta de los guanacos en celo puede darse, quizás en el Salón de las Gárgolas de nuestro palacio legislativo. ¿Quién sabe? Con tanta hormona suelta dando vueltas al pedo por ahi dentro... Hablo en general. Hablo de sensaciones. A quien le caiga el sayo, que se lo ponga.



lunes, 2 de junio de 2008

Un poco más grandes

Fue todo un acontecimiento: Mi primer viaje SOLO en colectivo. No se crean que hice el recorrido del 60 de Tigre a Constitución. Para nada. Apenas hasta la casa de mi abuela paterna… un viaje de 15 minutos como máximo.

Pero para mis 10 años tenía otra connotación. Me estaba haciendo grande.

El trayecto lo había hecho mil y una veces acompañado de la familia o de mi viejo. Lo sabía más que de memoria.

Sobrevinieron a esta gesta diferentes aprendizajes. Vale aclarar que éramos muchos primos y que, entre ellos, yo no formaba parte de los elegidos por la abuela. Por eso me tuve que conformar contando el suceso a unas tías y primos que vivían en la casa, ya que cuando fui a ver a la abuela, ésta (lo recuerdo como si hubiese sido ayer) se hizo la dormida.

Encima diez minutos después apareció mi viejo que se había tomado el siguiente colectivo.

Estuvo mal el viejo… tendría que haber tomado un taxi y decirle, como en las pelis: -Siga a ese colectivo. Habría sido lo mismo de humillante pero con un toque de prestigio.

Pero no. Se tomó el de atrás y no tuvo necesidad de indicarle el camino.

De todas formas éstas son lucubraciones que hace uno de grande. Por el año 69, yo estaba feliz con mi certificado de un “poco más grande”.

Y así se sucedían los días y apareció la primera ida al cine del barrio con un amigo de mi edad sin un adulto cerca. Otra aventura. Y el cine, como omnipresente.

En Mataderos, cuando yo era chico (pleistoceno superior), había tres cines.

El Alberdi, El Oliden y El Plata.

El más lindo era El Plata, que daba los estrenos nacionales (Sandro, Los Campanelli, etc.).

En el Alberdi (segundo en la escala edilicia) daban pelis con subtítulos o para mayores de 14 o 18. En el Oliden (ya entonces a punto de desaparecer en manos de los curas de la iglesia San Vicente de Paul), daban películas de segunda. Casi no recuerdo a este cine por dentro.

La primera vez fue al Plata. Si no me equivoco un veraneo de los Campanelli… (Bueno, no pongan esa cara… los domingos al mediodía en la tele eran número puesto).

Fui con Tito, compañero de clase y amigo del barrio.

Aparte de las mil y una recomendaciones de la vieja, nos dieron la plata hasta para comernos una pizza en El Cedrón. Para nosotros ya era más que un acontecimiento. Era lo máximo. Así lo vivíamos.

Pasó el tiempo y con una vecina y amiga apenas dos años mayor, fuimos al Gran Rivadavia, de Floresta… lo que suponía también el viaje en colectivo. Ya no hubo plata para la pizza, pero sí una bolsa con medio kilo de caramelos sugus.

No recuerdo la peli. Ni me importa. Lo que tengo en la mente eran nuestras manos casi entrelazadas dentro de la bolsa de caramelos. Lo más parecido a una caricia. Y Nelly aun hoy es verdaderamente bella. A ninguno de los dos nos gustaban los de eucalipto, así que en la oscuridad del cine no se distinguía el color del envoltorio. Teníamos que probarlos. Si resultaban ser de eucalipto, eran convenientemente desechados volando hacia la pantalla del cine. Qué intrépidos. Cómo nos reíamos…

El atractivo especial del Cine Alberdi era que mi tío Mario era el acomodador. Y aquí aparece otro personaje que un poquito me marcó para bien.

Porque verlo un poco liberado de la disciplina que imponía en su casa la tía Irma, era (para mí) fantástico. Era uno más de nosotros. (ya íbamos en patota). Más de una vez nos dejó pasar sin entrada, lo que para nosotros era como haber conquistado la cima del Aconcagua.

¡El tío Mario! Un porteño de ley por ese entonces, charlaba con nosotros de igual a igual. Algo que los padres de uno no se permitían, pues guardaban algo de distancia, para no ser fagocitados por sus propios hijos.

Recuerdo con mucha ternura al Tío Mario. Y con admiración.

Pero hubo otros cines. Se los cuento en la próxima.




El de la foto es El Plata, en la actualidad, si bien recuperado para la ciudad, como inmueble, aun sigue esperando su futuro prometido de centro cultural .