jueves, 23 de diciembre de 2010

Palabras urgentes

Hace mucho tiempo que vengo mascando este post. Va a ser largo, amigos. Sepan disculpar, pero es hora de balances y despedidas. De eso se tratan estas palabras.

I

Resulta profundamente desgastante, lo digo en serio, intentar participar en una conversación casual, cotidiana, en el almacén o el kiosco. Será que soy demasiado vehemente y no distingo entre quien o quienes vale la pena participar de un diálogo o simplemente hacer como que uno no escucha la sarta de pelotudeces mal intencionadas y cargadas de odio que pululan alrededor.

Si participo, quedo en minoría ya no pequeña, sino más bien paupérrima, y encima de tener que escucharlos, los dedos acusadores se vuelven en mi contra (aparte de defender lo presuntamente indefendible, paso a ser el culpable directo.) Encima, como si no bastara el clima de mierda que uno tiene que vivir, termino con taquicardia.

Habrá quienes han descubierto el discurso xenófobo, intolerante, fascista e inclusive nazi, durante los últimos acontecimientos de toma de terrenos.

Serán muy jóvenes, muy distraídos o bien muy negadores. El discurso está de cuerpo presente, sino de dónde salen los oyentes de ciertas radios. Está arraigado profundamente y atraviesa todas las clases.

Si sos boliviano, cosé gratis la ropa de mi marca, viví hacinado cual esclavo en mi taller clandestino y calláte la boca que sino mis encargados argentinos nativos te hacen mierda. Eso sí. Ni se te ocurra pulular por el “espacio público”, no sos lo que queremos ver.

Para qué pedís vivienda si en mi tallercito te las arreglás… ¡Qué pretencioso!

II

Desde la muerte de Carlos Kirchner que no me dan ganas de actualizar el blog. Siento como si un pedacito mío también hubiese muerto. No es para menos: Había llegado a pensar que la participación de los jóvenes en política, que la gente de nuevo tomando posesión de la calle era algo que no iban a ver mis ojos.

Confieso que me equivoqué.

Pero sigo inmovilizado: Es tal la campaña anti K de los medios establecidos que termina por ahogarme tanta repetición de slogans de tn. Ahora somos nazis.

A esta gente no le importa nada y lo que es peor lo que menos les importa es nuestro país.

Es posible que este sea un post de despedida, si es como creo. Tengo que volver a agradecerles, entonces, por el aguante, por la compañía, qué se yo.

Fue lindo mientras duró.