domingo, 27 de diciembre de 2009

Lecturas de domingo y regalito

Extractado de









Informe especial


Tribuneros de doctrina

27-12-2009 / Desde 1983 a hoy la vieja noción liberal de un periodismo comprometido mutó en variantes entre banales y letales que combinan las lógicas más cínicas del entretenimiento, con la necesidad de impacto y el ocultamiento de los intereses que se defienden. De Moreno al siglo XXI, una historia.

PERIODISMO, IDEOLOGíA, INDEPENDENCIA
por eduardo blaustein
eblaustein@miradasalsur.com

Tres historias mínimas de periodistas gráficos. En el momento de la anécdota tenían entre 25 y 35 años; una etapa todavía de formación para una generación que, si no es hoy la dominante, lo será en poco tiempo.
Historia 1. Finales del menemismo. Una redactora que quería trabajar en Cultura publica en un semanario progre-populista una nota en la que la entonces ministra de Educación se deschavaba en asuntos nada decisivos ni ligados a su gestión, pero que la dejaban mal parada. El día de la publicación, con la ministra enojadísima, un editor del semanario se acerca a la redactora, la palmea, la felicita y alienta al grito de “¡Bien! ¡La mataste!”.
Historia 2. Otra redactora política, autora de una notable biografía sobre un prócer del periodismo argentino, decide dejar el diario La Nación, cansada de que le reescriban las notas o la obliguen –por esa vía– a que sus notas aparezcan sin firma. Desde entonces el periodismo gráfico se perdió un cuadro que pintaba de lo mejor.
Historia 3. Días previos al nacimiento del diario Perfil. Un editor jefe de la sección Sociedad deja en claro dos consignas que hace transmitir Jorge Fontevechia. Primera: “No me ensucien la edición con pobres”. Segunda: “La verdad es negocio”.
Por cada día que pasa en cualquier redacción periodística de cualquier medio de comunicación, este tipo de cosas se multiplican por 10, 20 o 30. Hay periodistas que se desviven por ser los autores de la nota de tapa más o menos a cualquier precio y hay quienes ruegan a sus editores que por favor no mientan tanto en la tapa, que no fuercen lo que la nota no dice, que falta chequear datos, que no los obliguen a mentir ni a ser cómplices de operaciones, ni exclusivamente funcionales a la necesidad de la venta.
“La venta” de la nota, decimos los periodistas.

Postales de época. Esta es la época de una generación de periodistas todavía jóvenes que por muy atendibles y compartibles razones crecieron desilusionándose de la política y hasta detestándola. Jóvenes no tan audaces como creen que se formaron en una cultura profesional en la que se confunde la valentía con el hacer ruido o daño y la idea de la independencia con otra mucho más superficial: un tipo de autonomía que sólo lo es del gobierno de turno y según determinen los intereses del medio para el que trabajan.
Desde el momento mismo en que muchos periodistas anclan su modo de ejercer la profesión en un prejuicio profundo contra la política dejan de ser objetivos e independientes. Hay una vieja autodefinición de Eduardo Aliverti que no está mal, algo así como “Soy todo lo independiente que puedo”. Muchos periodistas se hacen aún peores cuando, siguiendo las exigencias del mercado o de un estado de la cultura –gritar para hacerse oír, impactar para atrapar la atención aunque no haya nada interesante por decir– terminan convirtiéndose en pequeños Napoleones matando a microfonazos. La independencia a lo TN –y siguen firmas– tiene algo de ontológicamente imposible –¿cómo disociarse de sí mismo?– salvo emergencia neuropsiquiátrica. Es arduo también ser independiente de los sentidos comunes de la época, de los climas y microclimas culturales, de las “reglas de juego de la televisión” o el mercado, de las jerarquías periodísticas o empresariales, ya sea que esas jerarquías exijan ventas, sangre, compromisos publicitarios, respeto de acuerdos políticos, entretenimiento, rating, denuncias forzadas.
Por banales que suenen las anécdotas relatadas al inicio de esta nota, derivan de ciertos formatos ideológicos que conforman la rama idiota e insustancial en la evolución histórica del viejo periodismo liberal, de Mariano Moreno a la fundación de La Nación como tribuna de doctrina. Insustancial en apariencia porque el periodismo de la pavada, de la banalidad o la venalidad, el del puro prontuario, el del ceño fruncido y el dedo acusador que se yergue desde arriba de un banquito o el que practica “psicoanálisis de peluquería” con las figuras políticas, hace a una visión del mundo ferozmente individualista. Y el acto de asumir la profesión de periodista como un subproducto cínico del entretenimiento (da lo mismo entrevistar a Lula que a un par de lolas) no deja de tener efectos culturales letales.
Todo esto no implica negar lo que los medios hacen de bueno cuando develan realidades dolorosas ni la infinidad de palazos que merecen recibir nuestras clases dirigentes (que son mucho más que las clases políticas, comenzando por los directivos de los grandes medios). Es imposible no sentir rabia, dolor y vergüenza ante la espantosa evidencia de que a lo largo del actual ciclo democrático –26 años después de Alfonsín– la sociedad argentina se hizo más injusta e inhumana. ¿La culpa es del periodista que publica una denuncia seria sobre un hecho de corrupción o de ineficiencia estatal? Por supuesto que no. Pero una diversidad de fenómenos culturales a gran escala y en los tiempos largos implicados en la comunicación masiva ayudan a condicionar lo que la política introduce o expulsa de la agenda.
Esos vastos procesos culturales presionan, moldean, erosionan y ayudan a demoler la capacidad de construcción, ya sea de la política o del Estado. Es absolutamente cierto que son “los políticos” los primeros responsables de la pérdida de credibilidad que padecen. A su vez los medios han hecho muchísimo para hacerlos cobardones o inanes. Si hubiera que rastrear una historia de la degradación de la política en democracia habría que pensar en un doble juego que comenzó más o menos en los años en que los políticos iban a la cama con Moria; no para “humanizarse” sino para ganar en popularidad convirtiéndose en pelotudos. O cuando arrugaban ante las cámaras de Tiempo Nuevo porque Bernardo Neustadt era el que tenía el timing exacto y no ellos. Esos son algunos de los riesgos, por un lado, de la lógica del show televisivo y, por el otro, de la necesaria “adaptación” a la era de la imagen. En la contabilidad final, en la medición de puntos de rating del presente perpetuo, a los medios les importa poco el saldo de ese largo intercambio desigual en el que el poderoso, el que impone las reglas, no suele ser el político, sino el showman.

La era de la incredulidad. Hace unas semanas, minutos después de que en el programa radial de Víctor Hugo Morales se dedicara un espacio al tema de las amenazas contra la Presidenta, salieron al aire los llamados de oyentes llenos de escepticismo agresivo y gritón: todo era una sucia maniobra oficial de victimización. Con buen criterio, Víctor Hugo asoció esos llamados con el fenómeno de incredulidad masiva que se produjo cuando el suicidio de Yabrán. Esa pérdida generalizada de confianza, esa ruptura de los lazos sociales, ¿es sólo responsabilidad de los malos políticos que tuvimos/ tenemos o de una prédica rentable para las empresas de medios?
A los fenómenos de resistencia absoluta contra los relatos de la política puede que refiera Félix Ortega, un académico de la Universidad Complutense de Madrid, cuando dice que “si la palabra dada es un mero artificio para engañar, faltan todas las condiciones para la discusión razonada tendente a superar los puntos de vista enfrentados, así como el mínimo de confianza sin el cual los intercambios resultan estériles”. También dice Ortega que “la lógica del espectáculo, que entretiene a partir de convertir en superfluo razonar, se ha convertido en nuestros medios de comunicación en una ley de hierro, cuyos efectos sobre la sociedad son mucho más importantes de lo que la aparente superficialidad del mensaje da a entender”.
El 6 de noviembre pasado, en pleno proceso electoral, el diario uruguayo El País se dirigió desde su editorial a Pepe Mujica para dejarle en claro que “El País está en campaña para que usted no alcance la Presidencia de la República”. Héctor Borrat, un gran periodista uruguayo exiliado en Barcelona desde los ’70 y autor de textos consultados en universidades de todo el mundo, solía decirles a sus alumnos de la Universidad Autónoma de Barcelona que un periodista debe ser una mezcla de sociólogo y de historiador. Esa aspiración a comprender y reflejar con rigor y compromiso la complejidad es la que ha perdido el periodismo en todos estos años. Lo que en absoluto han perdido los medios es lo que Borrat llama su esencialidad de actor político, ya sea que se vocifere al estilo siglo XIX, como en el editorial de El País, o que se tenga una capacidad asombrosa para mutar encubriendo siempre los propios intereses bajo el manto de la independencia y erigiéndose como la auténtica representación de una voluntad popular que la política sólo bastardea.


Regalo:


lunes, 14 de diciembre de 2009

Prólogo


Bueno, voy a empezara contarles. Porque no es justo poner tanto suspenso, ni para Uds. ni para mí.

Saben, amigos, que soy bastante quejoso (Ramera dixit). Que ésto o aquello... siempre hay un motivo para la frase que corona muchos (demasiados) de mis posts: No es vida.

El otro día, mientras escribía la entrada sobre la Biblioteca J. E. Rodó, me quedó rondando el tema del dar.

De la solidaridad bien entendida. Ojo que no hablo de caridad. Solidaridad es la palabra.

Estoy un poco cansado, ¿saben? De tanta indignación y tanta sensación de impotencia, ante demasiados casos de necesidad tan urgente y tan postergada a nuestro alrededor.

Entonces, me dije: Basta de indignación al pedo, hacé algo, Claudio. Poné un granito de arena.
Bueno, fui madurando la idea y me di cuenta de lo poderoso de esta herramienta de los blogs.

Porque está muy bien la catarsis, la vehemencia vestida de palabras, la comunicación, el ida y vuelta.

Pero podemos hacer más.

Así que he decidido apadrinar une escuela rural. En unos días les contaré los datos definitivos.

Pero está claro que cuento con Ustedes, amigos de Sudacaland.

Por ahora, no puedo darles más detalles. En cuanto tenga las confirmaciones que estoy esperando, les contaré y vendrá el primer mangazo, que serán -seguramente- libros y útiles escolares, para comenzar el 2010. Pero -seguramente- irán apareciendo las historias del lugar y otras necesidades.

Bueno, les ruego que disculpen los posibles errores de forma, pero tenía que contarlo.

Es vida.


Dar es dar
y no fijarme en ella
y su manera de actuar.
Dar es dar
y no decirle a nadie
si quedarse o escapar.

Cuando el mundo te pregunta
del por qué, por qué, por qué, por qué,
por qué das vueltas la rueda.
Por qué no te detenés,
yo te digo que dar es dar.
Dar es dar
y no marcar las cartas, simplemente dar
dar es dar y no explicarle a nadie,
no hay nadie que explicar.
Hoy los tiempos van a mil
y tu extraño corazón ya no capta como
antes las pulsiones del amor.
Yo te digo que dar es dar,
dar y amar.
Mirá nene, hacelo fácil dar es dar.
Dar lo que tengo todo me da
da, da, da, da, da, da, da, da,
no cuento el vuelto, siempre es de más
da, da, da, da, da, da, da, da,
dar es dar,
es solamente una manera de andar.
Dar es dar, lo que recibes
es también libertad.

Cuando estoy perdido un poco loco por
ahí, siempre hay alguien con tus ojos,
esperándome hasta el fin
porque dar es dar, dar y amar.
Gracias nena por tu vida una vez más,
dar es dar,
dar lo que tengo todo me da,
da, da, da, da, da, da, da, da,
no cuento el vuelto, siempre es de más,
da, da, da, da, da, da, da, da,
estar de menos o estar de más,
da, da, da, da, da, da, da, da,
cielo o infierno, lo mismo, lo mismo da,
da, da, da, da, da, da, da, da.
Dar es dar, dar es dar,
es encontrar en alguien
lo que nunca encontrás.

Fito Páez


domingo, 13 de diciembre de 2009

Una lectura de domingo


Si querés conocer el pensamiento vivo del nuevo ministro de educación del niño Mauricio, aquí el link a una interesante nota de Página/12 de hoy.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Tele ¿visión?


Es el título de mi nuevo post en la isla tuerta.
En un par de días les cuento una importantísima novedad que va a cambiar Sudacaland.
Gracias por estar.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Aquí estamos


En principio, con un cambio de diseño, para no cansar (ni cansarme). Pero vienen nuevas propuestas, para seguir aprovechando al máximo esta herramienta en la que se han transformado los blogs.

En suma, buscando la mayor participación, excediendo entradas y comentarios. La idea es dar puntapié a una idea. Una sola. Chiquita. Sin más pretensiones que cultivar la solidaridad.

Para que vuelva a ser vida.

Gracias a todos por estar. Pero no me voy a conformar con eso.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Comprar y vender


Es el título de mi nuevo post en La Isla Tuerta. No es que pretenda que salgan disparados para allí, nada que ver.
A veces creo que son unos malpensados.
Brasevisto.

jueves, 26 de noviembre de 2009

El agua


Les propongo leer el siguiente párrafo:

"La Argentina consume aproximadamente 10 millones de metros cúbicos por día y extrae de los ríos de la cuenca del Río de la Plata alrededor de siete millones. Si alguien quisiera llevarse agua dulce desde la Argentina nunca se le ocurriría extraerla de acuíferos o de lagos interiores. Utilizaría grandes barcos cisterna dejando llenar sus bodegas en el Río de la Plata o el Paraná. Si existiera esta conveniencia económica la Argentina debiera controlarla y tratarla como cualquier otra exportación, obteniendo divisas y cobrando cánones en la medida que no anular aquella conveniencia. La existencia de esta posibilidad sería una excelente noticia. El dictado de estas leyes que prohíben la exportación de agua no tiene ningún sentido. "
Si. Leyeron bien, amigos: EL DICTADO DE LEYES QUE PROHÍBEN LA EXPORTACIÓN DE AGUA NO TIENE NINGÚN SENTIDO.

Entendieron bien, pequeños saltamontes?

Si necesitan ampliar la lectura, les dejo el link a este editorial del diario La Nación, del día de ayer.

Una muestra más de las posturas de un diario de alcance nacional sobre temas fundamentales. Demuestra, claro,que los "grandes medios" lo que defienden, son negocios. Ni más ni menos.

No es vida.

martes, 24 de noviembre de 2009

Negocio


Hoy tuve que hacer un trámite muy rápido ante la AFIP en la agencia 4 de la DGI en el barrio de Liniers.

Luego debía hacer otras cosas, pero tuve que hacer un poco de tiempo. Me senté a tomar algo fresco en la bar más cercano y mirando hacia la calle, me encontré con una de esas sorpresas que nos caracterizan a la hora de la creatividad en cuanto a los nombres de fantasía que solemos encontrar en Sudacaland.

Hace unos años, sin ir demasiado lejos en el tiempo, en Flores había una verdulería que ostentaba una de estas lindezas: "Alto Repollo Shopping". Me encantó.

Pero el de hoy, me chocó un poco, aunque debe haber sido porque en ese mpreciso momento esperaban que les abriera la puerta dos oficiales uniformados de la Policía Federal.

Estaban entrando a una armería. A una armería que se llama "El refugio del pistolero". No supe bien si reírme o despotricar doñarosescamente.

Opté por guardarlo en la memoria y comentarlo con Ustedes. Encima, tiene página de internet con dominio .ar y el mismo nombre.

Brasevisto.
Jijijijiji

jueves, 19 de noviembre de 2009

La farándula está re-preocupada

Ante la catarata de opiniones y re opiniones de la farándula vernácula sobre la seguridad, dos importantes personalidades rebatieron las mismas de las mencionadas "estrellas".

Me refiero al productor teatral Carlos Rottemberg y al premio Nobel de la paz Pérez Esquivel.

Rottemberg eligió escribir una carta al diario La Nación, la que transcribo a continuación:
Estas son sus palabras escritas:

Se­ñor Di­rec­tor:
“En estas horas simultáneamente he oído a populares figuras de la televisión hacer comentarios sobre el tema inseguridad, mientras intentaba concentrarme en la lectura de ¡Qué desastre la TV!, un nuevo libro sobre el medio que lleva la firma de los periodistas Carlos Ulanovsky y Pablo Sirvén.
“Si bien hay destacables realizaciones en el período que se describe (1999/2009), impresiona, con el ejemplar en la mano, la sucesión de títulos, horas de emisión y contenidos que ha volcado en estos 10 últimos años la televisión argentina apuntando a la degradación del ser humano en su faz intelectual, moral y cultural.
“Una cosa es apelar a la memoria para acordarse de un programa y otra verlos en papel y todos juntos: no hay dudas de que, también desde la TV, demasiadas personas participamos, de manera directa o indirecta, para anidar valores subvertidos en las mentes de chicos de seis años, en 1999, sin posibilidades de contención.
“Son los mismos que hoy son utilizados por otros adultos, a los 14 o 16 años, para fines delictivos.
“No tiene objeto que se les responda a importantes comunicadores, que se han sabido ganar su espacio por prepotencia de trabajo y capacidad, desde la crítica por su pasar económico o por las marcas de los autos de que son propietarios, pero menos sentido tiene que esas mismas influyentes personalidades, con autoridad suficiente y horas de pantalla que utilizan para agigantar valores impertinentes, no se permitan mirar para sus adentros y reconocer que también colaboraron desde su labor para que estemos ubicados como país en el lugar que ahora desdeñan”. Carlos Rottemberg
DNI 12.975.479
redaccion@multiteatro.com.ar


Cabe aclarar que consultado por la radio de Daniel Hadad (10), Rottemberg dijo que él mismo contrata 30 ó 40% de frivolidad para sus espectáculos.

En tanto, en el blog de Walter Besuzzo, lugar de lectura imprescindible para quienes sólo se informan con multimedios del stablishment, se rescata la carta a todos los medios que redactara Adolfo Pérez Esquivel.

Veamos:

Pérez Esquivel disparó contra Marcelo Tinelli, Susana Giménez y Mirtha Legrand a través de una carta que envió a los medios, en la que se mostró cercano a la postura de Luis D’Elía, crítico acérrimo de las estrellas televisivas.


De Susana Gimenez dijo: “La diva del teléfono, “Su” reclama represión y pregona la pena de muerte para aquellos que supuestamente atentan contra la seguridad.

De Tinelli y Mirtha Legrand: “Tienen medios audiovisuales a su disposición y suman su reclamo y convocan a una reunión por la seguridad”.


“Los tres están cansados y temerosos de que los pobres corten rutas, avenidas, y generen el caos ciudadano; están hartos de piqueteros que reclaman trabajo y seguridad para su familia y la comunidad”, dijo Esquivel a través de su comunicado, según publicó Diario Popular...comparó a las figuras televisivas con los actores del teatro griego. “Cuando terminaba la función, los actores debían sacarse las máscaras y volver a ser personas. Hay personas que continúan actuando y no quieren sacarse la máscara por miedo a ser personas”.


Además, les cuestionó el hecho de no haber reaccionado cuando la Sociedad Rural y la Federación Agraria pararon el campo durante cuatro meses “para desestabilizar y condicionar al gobierno”, aseguró Esquivel.


“A los pregoneros que pretenden imponer la represión y la pena de muerte hay que decirles que son caminos de autoritarismo y regímenes dictatoriales que ha sufrido el país y el continente”, exigió.

Hasta la próxima.


sábado, 14 de noviembre de 2009

Un refrito


Es raro que les remita a un post viejo.
Pero creo que vale la pena, por si no lo habían leído antes.
Link en la ilustración.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

La Rodó


Desde hace unos días no puedo sacarme de la cabeza una parte de mi historia que significó mucho para mí.

Por eso, me decidí a a compartirla con Ustedes, amigos.

En 1975, con apenas dieciséis años, tuve la oportunidad de trabajar un par de horas diarias en una biblioteca popular de mi barrio -Mataderos-, atendiendo al publico de 18 a 20 hs. , sin pensar -por entonces- que esos años en los que colaboré con la institución, pasarían a formar parte de los recuerdos más intensos de mi vida.

La biblioteca, asociación vecinal, fundada en 1917, había conocido mejores épocas, en cuanto a la participación de la gente.

Contaba con más de 16.000 volúmenes, un salón muy cómodo, un escenario real con camarines y todo y en la parte posterior del edificio funcionaba un jardín de infantes.

Era la Biblioteca Popular José Enrique Rodó. La Rodó.

Sin darme cuenta de lo que estaba haciendo, poco a poco fui sintiéndome parte del lugar, con ese entusiasmo que sólo se tiene de adolescente.

A los pocos meses, junto a un amigo, Ricardo, comenzamos casi jugando a ayudar a hacer las tareas a chicos de primaria, ya abríamos durante cuatro horas, logramos donaciones de libros y material de diversas instituciones y embajadas.

En el 77 mis ganas de estudiar teatro, me llevaron a insistir e insistir frente a la comisión directiva para que a las clases de folklore tradicionales de la Rodó, se agregasen de teatro, con lo que se formó un grupo interesante.

La rodó era nuestra segunda casa, por entonces.

En el verano del 77 re inventariamos y restauramos los más de 17000 volúmenes.

Dedos horas todos los días en el 75, durante las cuales pasaban cuatro o cinco personas diarias, pasamos a tener decenas de visitantes.

No quiero contarles esto como un logro personal, porque no sería verdad. La directiva se hizo cómplice de aquel loco y sus amigos y nos abrió las puertas, apoyándonos, aun cuando algunas ideas fuesen algo delirantes.

Un día tuve que irme. Había llegado 1978 y el maldito servicio militar.

Fue un día, al volver de franco, que encontré a mi madre muy preocupada por no parecerlo. La conocía: era la vieja...

Al final no tuvo más remedio que contármelo. Habían incendiado a la rodó. Los milicos, claro.
No puedo describir lo que sentí.

Recién hace unos días que pude pasar por el frente, no me lo permitía.

La reconstruyeron. No estaba abierta en ese momento. Pero desde ese instante, no puedo sacármela de la cabeza.

Pronto voy a hacer una visita.

Tengo ganas de hacer algo. Lo que sea que pueda hacer hoy con mis cincuenta años, para devolverle a esa institución todo lo que me dió, simplemente dejándome dar.

Y, claro, les voy a contar.

sábado, 17 de octubre de 2009

Confieso que he mentido


Y lo seguiré haciendo. Esta mañana bien temprano me terminé de asumir como un mentiroso compulsivo referente a una temática en particular.

Las encuestas de rating de tv y las de los diarios nacionales en sus páginas web.

En el primero de los casos, vivo con mi pareja y salvo algunas ficciones y algunos programas muy puntuales, no somos de mirar mucha tele.

Pero cuando me hacen la encuesta por teléfono, no sólo miento sobre lo que se supone estpy viendo (ya que la mayoría de las veces los llamados son durante la cena y no está la tele prendida), entonces contesto -muy orgulloso -como haciendo un poco de justicia- a favor del que menos rating tiene. Además, sigo en línea y agrego dos televisores así como televidentes.

En el caso delas encuestas de los diarios en la web, siempre tendenciosas, me limito a contestar todo lo contrario a lo que la empresa pretende como línea editorial.

Lo peor (o mejor?) es que no me arrepiento ni un poco.

Tenía que decirlo.

lunes, 12 de octubre de 2009

Un cuentito


Para no aburrirlos con una escueta pero casi panfletaria nota personal de las mías sobre el 12 de octubre, les dejo un link a una historia real, actual y movilizante.

De lectura muy recomendable.

El encuentro de dos mundos.

Que la disfruten.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El patio de atrás


Algunos -los que no me conocen- se confunden con lo de Sudacaland. Deben pensar que reniego de mi patria. No es así, claro. Simplemente se trata de un juego irónico, por oposición.

Es difícil vivir en Sudacaland. Usted me dirá que es difícil vivir en cualquier lado. Puede que así sea, pero yo sólo conozco in situ a Sudacaland. Un lugar maravilloso donde es hermoso vivir y donde a cada rato uno tiende a pensar que es lo peor que le pudiera haber pasado.

Aun así, elegiría vivir en mi Argentina, por más Sudacaland que la apode.

Hay dias en los que mandaría todo a la mismísima mierda. Me cuestiono hasta si seguir con el blog. Hoy es uno de ellos.

Estuve leyendo todo cuanto pude sobre el caso KRAFT (Terrabusi). Hay mucho material más allá de si son molestos o no los cortes de ruta.

Se llenan la boca pidiendo seguridad jurídica, para esclavizarnos sin problemas. Para ellos, seguridad jurídica es el permiso explícito de un estado para someter a sus obreros y empleados de la forma más vil. Dejarlos sin la más mínima posibilidad de luchar por vivir un poco mejor.

Estas empresas multinacionales son todo lo contrario a lo que pregonan. Quieren invertir sin el más mínimo riesgo. Y se creen generosas.

Cuidado, gente amiga, hay muchos argentinos que pretenden exactamente lo mismo. Quieren seguir con su fiesta neo conservadora a costa de lo que sea.

Antes de putear por el corte de los trabajadores de Kraft, pensemos que es un caso testigo, como lo fueron ENTel y Aerolíneas durante la década más infame.

Ojalá sepamos esta vez de que lado estar.

Y que sea vida.

jueves, 1 de octubre de 2009

¡Fuerza!


La Negra Mercedes Sosa está pasando por un momento grave en cuanto a su salud. Cuando leía la noticia, no pude dejar de pensar que mientras la más grande voz de nuestro país sufre, lacras como la dinosauria almorzante siguen en pié perpetrando sus estupideces cotidianas. No es justo.

Nuestros mejores deseos para Mercedes Sosa.

Y este humilde vídeo:





Atención:
Estoy trabajando en una serie de entrevistas que rondarán el tema de la educación. Muy pronto el primer post de la serie. Gracias por su apoyo en mis notas de La isla tuerta.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

lunes, 28 de septiembre de 2009

Hay que decirlo: Somos un poquito fachos 33%, bah.

Leamos atentamente esta nota publicada por Crítica de la Argentina:

Más allá de las trascendencias políticas que podrían tener en un futuro, las últimas elecciones legislativas en la provincia de Santa Fe dejaron además un llamativo y por qué no alarmante dato. El 33,43% de la ciudad de Arroyo Seco ensobró en su voto al concejal del PJ que recomendó “moler a cintazos” a los jóvenes que delinquen.

Miguel Angel Corradi, actual concejal de la ciudad ubicada en el sur provincial, arrasó en los comicios con un total de 4.132 votos, obtuvo la reelección en su cargo y dos bancas de las tres en juego para su partido. Detrás, su principal oponente, el socialista Frente Progresista, alcanzó un total de 2.935.

Anoche, cuando los resultados a boca de urna lo ubicaban como un indiscutido ganador, reflexionó en declaraciones al diario La Capital que "evidentemente la gente interpretó lo que yo dije, y se dio cuenta de qué se trata la psicología del cinto, que no debe ser tomado en sentido literal".

La triste fama del presidente del Concejo Municipal de Arroyo seco llegó en agosto de este año cuando en plena sesión propuso, sin pelos en la lengua, “moler a golpes" a los jóvenes de edad que cometan delitos, sobre todo si “se falopean y salen con el revólver”.

“Si enganchan a alguno, no maten a nadie. Pero mátenlos a cintazos. Esta es la única manera de corregirlos”, sugirió optimista el justicialista Miguel Ángel Corradi, quien hace 15 años preside el Concejo Municipal de la localidad santafesina ubicada 30 kilómetros al sur de Rosario.

En un video que circuló por la web se puede apreciar al edil refiriéndose a la delincuencia juvenil como “cuatro mocosos que andan jodiendo con esto” y también otra propuesta para “moler los huesos” de los jueces locales que ordenen sus liberaciones. Indignado frente a las políticas de reinserción y educación, el reciente triunfador de Arroyo Seco despotricaba en sus declaraciones que “acá vienen y te dicen que hay que enseñarles guitarra a los chicos que roban, hay que decirles cómo se toma la leche para sean educados (…) y mientras tanto de cagan a palos y te roban todo”.

MOLER HUESOS, QUEMAR RATAS.
No es la primera vez que un dirigente político se ensaña con los pibes chorros y las poblaciones más vulnerables de la provincia. Hace poco más de un mes, un ex candidato a concejal de la ciudad de Gálvez del PRO -el macrismo le pidió la renuncia- también dedicó un tiempo a designar políticas contra la inseguridad y propuso " unirse y quemar a las ratas que viven en el barrio de atrás", por una villa de emergencia.

Jorge Fornari, flamante ex candidato a concejal, justificó en su momento que lo habían asaltado y que no había sido la primera vez. "Esta gente son como las ratas, tienen cría todos los días; voy al frente, hay que prenderle fuego, es la única forma de competir con ellos".

Éste es el vídeo:




Ahora bien, ésta lacra no llegó solita o por designio divino a su banca de concejal. Un tercio de la población de su localidad lo votó.

Habrá que pensar, entonces, que esa porción de la sociedad no censura sus actos, sus oscuras palabras, es más, legitima los mismos con su voto.

No aprendemos más.

Y, claro, no es vida.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Escenarios


Cuando era pibe sabía que algún día yo iba a estar "ahí arriba". Y no paré hasta estar en un escenario, actuando.

No tengo una carrera enorme. De hecho hace unos años que sólo de vez en cuando coordino algún taller de teatro.

La vida nos va haciendo elegir todos los días y yo elegí lo que estoy viviendo.

Lo poco o mucho que hice fue siempre a pulmón, en cooperativas, independiente de verdad. Sólo autores argentinos, reconocidos por su compromiso.

Cuando entraba por casulaidad a una sala de actos con escenario en alguna escuela, sentía y siento esa especiedevértigo inexplicable... un magnetismo muy especial. Si hay algo que respeto es un escenario o a un artista.

Pero desde hace años la cosa ha ido cambiando y tuve que hacer una diferenciación entre artistas y gente del espectáculo.

Hoy me enteré que Jorge Rial está llenando salas del interior y de los barrios del conurbano bonaerense con su presencia arriba del escenario como convocatoria y se me acabaron las palabras.

Debo estar en la crisis del viejazo, pero creo que ya nada es como era. No estaría mal, quizás, si se tratase de evolución. Pero no.

No es vida.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Corazón de pájaro


Acabo de escuchar el último trabajo de nuestra gran artista Teresa Parodi: "Corazón de pájaro", gracias a la difusión del mismo que viene haciendo LRA, la radio pública.

Una propuesta diferente, porque se aúna trabajos desde Jorge Drexler a María Elena Walsh, pasando por Armando Tejada Gómez y Atahualpa Yupanqui.

También hay temas de Teresa en esta prolija producción a cargo de Marcelo Perea.

Vale la pena escucharlo y re descubrir a esta gran artista, ahora también directora del Espacio Cultural Nuestros Hijos (Ex - ESMA).

Es vida.


Un regalito en vídeo: A la abuela Emilia.

martes, 22 de septiembre de 2009

Largamos


Con las colaboraciones en La isla tuerta 2.0. Si quieren chusmear...

Disculpen, sé que huele a autobombo, pero estoy muy contento.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Casi tres meses

Ya pasaron 87 días del golpe institucional en Honduras. Al contrario de la dinosauria almorzante, sigo muy preocupado el devenir de la situación.

Con el rechazo a nivel internacional, incluído USA, el ilegítimo régimen hondureño sigue en el poder.

Un dato curioso y muy interesante ese último paso dado por el presidente del país más importante económica, social y políticamente del cono sur,me refiero a Lula.

Efectivamente, el legítimo presidente hondureño se encuentra en el territorio de su país, alojado en la embajada brasileña.

No es poco.




Seguimos a la espera.


viernes, 18 de septiembre de 2009

Noticias


Hace unos días recibí la invitación a integrarme como columnista al sitio La isla tuerta. Sorprendido, halagado y hasta algo asustado, comencé con el proceso de integración.

Así que en unos días más (les avisaré) aparecerá mi primera colaboración en dicho sitio.

Qué semana! Mariano y Viejex con MIB, el Gato salvaje con nuevo proyecto y este regalito a quien los tortura con sus lucubraciones cotidianas.

Bueno, sólo eso. Les dejo el link en la imagen para que vayan conociendo el sitio.

Mi agradecimiento a Javier de León, director de la mencionada web.

Es vida.

sábado, 12 de septiembre de 2009

MARCA DE RADIO

Transcribimos a continuación una nota del periodista Eduardo Aliverti. De lectura imprescindible, según Sudacaland.

Batallas y espaldas

Eduardo Aliverti

Se supone que cualquiera que haya tenido la duda habrá terminado de despejarla esta semana. La ley de Medios Audiovisuales (todavía falta enganchar una terminología más apta que articule precisión tecnológica con semántica popular, sin caer en lo jurásico de “radiodifusión”) se reveló, en efecto, como la madre de todas las batallas.

No se considera que sea así por fuera de los actores involucrados en forma directa (el Gobierno, Clarín, grupos mediáticos, periodistas, personalidades de la comunicación en general) y de aquellas figuras o colectivos intelectualmente inquietos. El grueso de los sectores sociales y populares percibe que el manejo de la radio y la televisión es ajeno a sus urgencias cotidianas, e inclusive estructurales. Un oyente radiofónico resumió la representatividad de esa sensación: “Yo vengo del supermercado y aumentó todo, qué carajo me importa a mí si Clarín y quiénes están al aire y quiénes son los dueños de los medios…” Sin embargo, el tema se expandió de tal manera, desde el ingreso parlamentario del proyecto, que cabría pensar en su penetración aun entre los desinteresados. Sin contar programas de entretenimiento y abordaje temático, ya casi no hay modo, ni en la radio ni en la tevé ni en la prensa escrita, de no toparse con el lugar que cada quien asume frente a la ley. Aunque, en realidad, debe hablarse de la posición que tiene cada uno (por convicción o presiones) frente al kirchnerismo genéricamente entendido: salvo por algunas excepciones puntualísimas, el nivel del debate continúa careciendo de observaciones técnicas y jurídicas. Es apoyo porque apoyo o me opongo porque me opongo. Y si acaso esto fuera comprensible entre el vulgo, es injustificable en quienes deben observar un piso de rigurosidad profesional.

El Gobierno, porque no quiere o no sabe, no logra escapar a la sospecha de que todo pasa por una guerra individual contra los intereses de Clarín. Un recelo incrementado tras la negativa oficial a que Multicanal fusione Cablevisión, y por exabruptos como el de Kirchner ante un cronista del Grupo. Y Clarín, en tanto corporación mediática con un poder jamás conocido, desató una campaña antigubernamental que provoca asombro aun entre quienes calcularon el rango más alto de una reacción desmedida. No por la cruzada en sí, sino por lo grosero de su estilo. Esto es de lo que precisamente se vale la oposición -no toda, pero sí la que se instituyó como representativa- para afirmar que no hay clima de polémica sesuda. Un cinismo a toda prueba. Ni siquiera es necesario recaer en la obviedad de que el clima al que arguyen aspirar no existe hace 26 años.

Desde medios de la propia derecha, advierten que lo que en verdad está en juego es el cálculo de diputados, senadores, figurones y figuritas respecto de cuál es la relación costo-beneficio personal de cara a 2011: de este lado se ubica un kirchnerismo al que no le ven chances de subsistencia; y del otro una influencia imperecedera que puede determinar su potenciación o desaparición mediática. O sea: su potenciación o desaparición a secas.

Bajo semejante manto de aprensiones, es natural que, incluso por parte de quienes cultivan buena leche político-ideológica, no se estime al momento como el mejor. Pero nadie discute que el proyecto de ley resulta “apenas” un eferente en medio de una porfía inmensamente mayor, cual es cómo se distribuye el espacio comunicacional en medio de avances tecnológicos capaces de haber provocado una de las mayores revoluciones de la historia de la humanidad. Los medios espejan pero también determinan nuestros gustos, nuestras compras, nuestras ilusiones, nuestros bajos instintos; nuestra apreciación de la realidad, qué tanto.. Ley aparte, ¿la dirigencia política supone que hay algún “momento mejor” para discutir una cuestión universal de este tamaño, siendo que el momento ya les pasó por encima? Son tan chiquitos… Podrían pensar que, coyunturas al margen, las ofertas de ampliación del espectro deberían servir para ganar sus espacios en nuevos medios, con otra gente, en otros lugares. Utopías módicas. Una, por lo menos. No. Prefieren especular con la mirada enana de si hay vida con Clarín en contra. Seguro que les taladra el cerebro el síndrome Laferriere, Ricardo, como se conoce en el ambiente al caso del senador radical que en los albores democráticos osó presentar un proyecto de Derecho a Réplica, para que cualquier ciudadano tuviera acceso a los medios cuando se considerase ofendido o agraviado por sus publicaciones. Fue objeto de una ejecución sumario-mediática. Nunca más citaron su nombre. Ni eso, ni su nombre. Valga el cotejo para dimensionar de qué hablamos, hoy, cuando hablamos de quitarle un tramo de su negocio al grupo que controla una porción formidable de la información y la opinión circulantes; y que llovido sobre mojado viene de ver comprometido alrededor de un tercio de sus ingresos tras la caída del contrato con la AFA. Son cifras estrambóticas. Es una torta de miles de millones, así se tome por cierto sólo el trozo declarado, y hasta llega a producir vergüencita ajena que el nombre de tal cosa sea cuidar la libertad de prensa.

Pero nada de ello obsta que, por las características a veces ciclotímicas y muchas veces arrebatadas de la pareja presidencial, no deba perderse de vista la dimensión de esta mamá de las batallas (tampoco debe hacérselo con la falacia de que el tema merece audiencias públicas, que de todos modos bienvenidas sean. Desde marzo último hubo decenas de foros en todo el país, participaron miles de personas y de allí surgieron correcciones y agregados varios al anteproyecto. ¿Los críticos participaron en alguno, o siquiera los cuestionaron?). Por detrás de este choque hay objetivos que exceden largamente a los específicos de las corporaciones “periodísticas”, bien que las involucran desde que, por vía del desenfreno a que dio lugar la apertura indiscriminada de la rata, manejan mucho y enorme negocio paralelo al comunicacional. Los intereses del “campo” y los del establishment industrial que presiona sobre la cotización del dólar, entre otros, son acordes con la defensa de “la libertad de expresión”. ¿Los K tienen espaldas movilizadoras y amplias para aguantar una ofensiva así? Es otra de las preguntas que vale repetir porque, sin perjuicio de los estiletazos egoístas que lanza esa derecha, es irrebatible que el oficialismo sigue moviéndose en torno de una forma marcadamente endógena del entendimiento del poder, confiado en que la capacidad de acción les pertenece sólo a ellos.

Eso puede servir para trazar grandes rumbos, pero no para sostenerlos. Hay en los Kirchner un espíritu autocrático, que confunde el ejercicio firme del mando con cierto aislamiento mesiánico. Si lo que vivimos es un capricho para mostrar que la tienen más larga que Clarín, tarde o temprano están puestos como todo lo que no tiene anclaje ideológico. Y si la batalla contra ése, contra los grandes medios, y contra lo que éstos expresan en la correlación de fuerzas, enuncia una vocación auténtica de democratizar los mensajes, les hará falta ganar mucha más confianza entre los sectores medios y populares. Muchísima más. Tanta o más que la perdida. Encarar lides épicas contribuye, pero no significa que el poder popular se pueda construir en soledad.




Programa: Marca de radio (AM 910) Sábado 05/09/09 10:00 hs.

Contenidos en: www.marcaderadio.com.ar


jueves, 10 de septiembre de 2009

Ley de Medios

En mi blog MEDIO/medio, acabo de publicar algunos vídeos con opiniones de prestigiosos personajes de nuestra sociedad sobre la ley del título.




Enterémonos.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Desnudos




Durante la campaña política para las últimas elecciones lo habíamos advertido: A la gente del PRO no se les caía ninguna idea. Pero cuando se les cae... Vaya estrépito... ¡¡¡MAMMA MÍA!!!

El fragmento de la nota de Página/12 está claro, pero les recomiendo leer la nota completa.

martes, 1 de septiembre de 2009

Antisocial


Tengo 50 pirulos. Siempre me destaqué por mi fácil adaptación a los cambios. Afronté la era digital con mucho más que dignidad. Todo este preámbulo está escrito solamente para que las críticas –si las hay- vengan por otro lado, o por lo menos desde uno más certero.

Tengo un blog, supe tener alguna cuenta en MSN (Cuando vivía en el sur). Suelo seguir dando clases de informática especializándome en adultos mayores que buscan aproximarse a la computadora.

En fin, podría decirse que no soy un fósil. Lo que no quita que pueda yo sentirme así, fundamentalmente en el caso que empiezo a exponer.

Estoy observando desde hace un largo tiempo la degradación de las relaciones humanas, especialmente la amistad. Por lo menos en lo que uno daba por entendido por ella.

Y sí, Cada día tenemos menos tiempo. Y cuando tenemos es de tan escasa calidad que apenas si nos permitimos malgastarlo en lo más urgente.

Otra vez lo urgente, nos tapa lo importante.

Cierto es que –a medida que vamos creciendo- quizás el valor que le damos a esa palabra (amistad) se va re generado, re significando. Uno peina la base de datos, (sin ponerse obsesivo) con cierta asiduidad.

Lo cierto es que hoy me queda un puñado de afectos especiales.

Hasta aquí, todo bien.

Durante el período de 4 años que viví en Chubut, fui localizado por uno de esos grandes afectos que uno elige como amigos y que luego la vida nos separa por diversidad de cuestiones.
Este amigo hizo un esfuerzo y yo con él, para recrear el vínculo y yo creí que lo habíamos logrado.

En Septiembre de 2007 me volví a Buenos Aires atesorando la idea de un café en un bodegón cualquiera con mi amigo recuperado.

Por una cosa u otra, no nos pudimos encontrar. De ese vínculo sólo queda algún powerpoint humorístico (sabe que los típicos edulcorados no son de mi agrado) que otro de vez en cuando via e-mail.

Debo colegir que ese amigo sólo quería serlo a la distancia.
Peor aun, vengo recibiendo invitaciones del tipo “Pandemio quiere ser tu amigo en Tujebook”. “Pandemio ya tiene 567.983,31 amigos en Tujebook y te espera…”

O sea que Pandemio no puede sostener un vínculo amistoso básico de café de por medio pero tiene 567.983,31 amigos en Tujebook.

Me parece que Pandemio –que además es de mi generación- tiene un concepto diferente al mío sobre el tema.

Y así con casi todos los desaparecidos o intermitentes. Prefieren miles de amigos virtuales a una cerveza negra bien helada o una panzada de cine.

Repito: No son ni adolescentes ni jovencitos. Son cincuentones. Señores hechos y derechos.

Como diría la dinosauria almorzante:

¿Así? No.

No es vida, claro.

lunes, 17 de agosto de 2009

Sobre el feriado de hoy


Me permito transcribir algunos datos sobre este día no laborable. Un poco más que un fin de semana largo.

José de San Martín

(1778/1850)

Autor: Felipe Pigna

José Francisco de San Martín nació en Yapeyú, hoy provincia de Corrientes, un 25 de febrero de 1778. Yapeyú había sido fundada en febrero de 1627 por los Jesuitas y se transformó con el tiempo en el más importante centro ganadero del Río de la Plata, famoso sus zapaterías cuyos productos eran exportados a Chile y Perú. También se producían ahí diversos instrumentos musicales de gran calidad. Todo esto decayó con la expulsión de los jesuitas en 1768, pero Yapeyú siguió siendo una ciudad importante dentro de la estrategia española para estas tierras.

Así fue como el gobernador de Buenos Aires, Bucarelli, encomendó al Capitán don Juan de San Martín el cargo de teniente de gobernador de Yapeyú en 1774. Allí se instaló don Juan con su mujer, Gregoria Matorras, y sus hijos María Elena, Juan Fermín y Manuel Tadeo. Poco después nacerán Justo Rufino y el menor de la familia, José Francisco, quien pronto comenzó a ser cuidado por una niñera india, Juana Cristaldo que según doña Gregoria, lo consentía demasiado. Cuando José tenía apenas tres años, toda la familia debió abandonar Yapeyú y trasladarse a Buenos Aires. El virrey Vértiz le ordenó a Don Juan hacerse cargo de la instrucción de los oficiales del batallón de voluntarios españoles. Los San Martín vivirán en la capital del virreinato hasta 1784 cuando fue aceptado el pedido de Don Juan para regresar a España. Se le encargó la dirección de un regimiento en Málaga y allí se instaló la familia. José, que tenía por entonces ocho años ingresó al Seminario de Nobles de Madrid. Allí aprendió latín, francés, castellano, dibujo, poética, retórica, esgrima, baile, matemáticas, historia y geografía. En 1789, a los once años ingresó como cadete al regimiento de Murcia y en poco tiempo ya tomará parte activa en numerosos combates en España y en el Norte de África. Entre 1793 y 1795 durante la guerra entre España y Francia, el joven San Martín tuvo una actuación destacada en todos los combates en los que participó, y ascendió rápidamente en sus grados militares hasta llegar al de segundo teniente. En la guerra contra las fuerzas napoleónicas y ya con el grado de Teniente Coronel, fue condecorado con la medalla de oro por su heroica actuación en la batalla de Bailén el 19 de julio de 1808

El joven José no olvidaba sus orígenes americanos y estaba muy al tanto de los sucesos del Río de la Plata. Al enterarse de los hechos de mayo de 1810, decidió pedir el retiro del ejército español para poner sus conocimientos y experiencia al servicio de la naciente revolución americana. Había tomado contacto en España con círculos liberales y revolucionarios que veían con simpatía la lucha por la emancipación americana. Salió de Cádiz para Londres el 14 de septiembre de 1811. Londres ya era por entonces la gran capital de la Revolución Industrial a cuya sombra florecían las ideas liberales, ante todo en lo económico, pero también en lo político. Allí prosperaban los grupos revolucionarios como la "Gran Hermandad Americana", una logia fundada por Francisco de Miranda, un patriota venezolano que se proponía liberar América con la ayuda financiera de los ingleses. Durante sus cuatro meses de estadía en Londres, San Martín tomará contacto con los miembros de la "Hermandad", sobre todo con Andrés Bello y con personas vinculadas al gobierno británico, como James Duff y Sir Charles Stuart, quienes le hacen conocer el plan Maitland. El plan, un manuscrito de 47 páginas, había sido elaborado por el general inglés Thomas Maitland en 1800 y aconsejaba tomar Lima a través de Chile por vía marítima. San Martín tendrá muy en cuenta las ideas del militar inglés en su campaña libertadora. Finalmente en enero de 1812 San Martín emprende el regreso a su tierra natal a bordo de la fragata inglesa George Canning. “Yo serví en el ejército español desde la edad de trece a treinta y cuatro años, hasta el grado de teniente coronel de caballería. En una reunión de americanos en Cádiz, sabedores de los primeros movimientos de Caracas, Buenos Aires, etc., resolvimos regresar cada uno al país de nuestro nacimiento a fin de prestarle nuestro servicio en la lucha." José de San Martín
A poco de llegar San Martín a Buenos Aires, logró que se le respetara su grado militar de Teniente Coronel y que se le encomendara la creación de un regimiento para custodiar las costas del Paraná asoladas por los ataques de los españoles de Montevideo. Así nació el regimiento de Granaderos a Caballo. El propio San Martín diseñará los uniformes y las insignias del nuevo cuerpo militar que se instala en el Retiro. La situación política en Buenos Aires era complicada. Gobernaba el Primer Triunvirato integrado por Feliciano Chiclana, Manuel de Sarratea y Juan José Paso. Pero el verdadero poder estaba en manos del secretario de gobierno, Bernardino Rivadavia, que venía desarrollando una política muy centralista que desoía todos los reclamos del interior, cada vez más perjudicado por la política económica de Buenos Aires que fomentaba el libre comercio y mantenía un manejo exclusivo del puerto y de la aduana.
A poco de llegar, San Martín entró en contacto con los grupos opositores al triunvirato, encabezados por la Sociedad Patriótica fundada por Bernardo de Monteagudo, y creó, junto a su compañero de viaje Carlos de Alvear, la Logia Lautaro, una sociedad secreta cuyos objetivos principales eran la Independencia y la Constitución Republicana.

San Martín y sus compañeros se decidieron a actuar y el 8 octubre de 1812 marcharon con sus tropas, incluidos los granaderos, hacia la Plaza de la Victoria (actual Plaza de Mayo) y exigieron la renuncia de los triunviros en un documento redactado por San Martín que concluía diciendo: "...no siempre están las tropas para sostener gobiernos tiránicos". Fue designado un segundo triunvirato afín a la Logia y a la Sociedad Patriótica integrado por Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte.

Don José se hacía tiempo también para la diversión y poco a poco fue tenido en cuenta en las selectas listas de invitados de las tertulias porteñas. La más famosa y agradable, según cuentan, era la de Don Antonio Escalada y su esposa Tomasa, en la que sus hijas, Remedios y Nieves, no perdían de vista a ningún nuevo visitante. Por allí pasó Don José y surgió el romance con Remedios. Poco después, el 12 de noviembre de 1812 se casaron. Él tenía 34 años y ella 15.
El 3 de febrero de 1813 los Granaderos de San Martín entraban por primera vez en combate frente al Convento de San Lorenzo, en Santa Fe. El triunfo fue total y el prestigio del ahora coronel San Martín crecía sin cesar. Fue así que en 1814 se le encomendó el mando del ejército del Norte en reemplazo del General Belgrano. San Martín aceptó el cargo pero hizo saber a las autoridades que sería inútil insistir por la vía del Alto Perú y que se retiraría a Córdoba para reponerse de los dolores causados por su úlcera estomacal y terminar de delinear las bases de su nueva estrategia militar consistente en cruzar la cordillera, liberar a Chile y de allí marchar por barco para tomar el bastión realista de Lima. Repuesto parcialmente de sus males, pero con el plan terminado y aprobado, logró ser nombrado gobernador de Cuyo. En Mendoza comenzó los preparativos para su ambicioso plan sin descuidar las tareas de gobierno. Fomentó la educación, la agricultura y la industria y creó un sistema impositivo igualitario cuidando que pagaran más los que más tenían.
Todo el pueblo cuyano colaboró según sus posibilidades para armar y aprovisionar al Ejército de los Andes. El propio gobernador dio el ejemplo reduciendo su propio sueldo a la mitad.

San Martín debió enfrentar en Cuyo la oposición la oposición de los hermanos Carreras, exiliados chilenos que habían abandonado su país tras la derrota de Rancagua. Uno de ellos, José Miguel había sido presidente de la Junta de Gobierno de Chile en 1814 y se oponía a la alianza de O'Higgins con San Martín. Los tres hermanos terminaron involucrándose en las guerras civiles argentinas y murieron fusilados.

El 24 de marzo se reúne el Congreso en Tucumán. San Martín, preocupado por la demora en sancionar la independencia dirige una carta al diputado por Cuyo, Godoy Cruz. "¿Hasta cuándo esperaremos para declarar nuestra independencia? ¿No es cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y escarapela nacional y, por último, hacer la guerra al soberano de quien se dice dependemos, y permanecer a pupilo de los enemigos?"

El 16 de agosto de 1816, nació Mercedes Tomasa de San Martín, la única hija de la pareja. A principios de 1817 comenzó el heroico cruce de los Andes.
"Compañeros del Ejército de los Andes: La guerra se la tenemos que hacer como podamos: si no tenemos dinero; carne y tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo demás no importa. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje." José de San Martín


Durante muchos tramos San Martín debió ser trasladado en camilla debido a los terribles dolores provocados por la úlcera.

A poco de cruzar los Andes, el 12 de febrero de 1817, las fuerzas patriotas derrotan a los españoles en la cuesta de Chacabuco, iniciando de esa forma la independencia de Chile. El 19 de marzo del año siguiente las fuerzas patriotas sufrieron una derrota en Cancha Rayada. Afortunadamente el General Las Heras logró salvar a su cuerpo y en base a estos hombres pudo reorganizarse un ejército de 5.000 hombres y vencer definitivamente a los realistas en Maipú el 5 de abril de 1818.

Pocos días después de Maipú, San Martín volvió a cruzar la cordillera rumbo a Buenos Aires para solicitar ayuda al gobierno del Directorio para la última etapa de su campaña libertadora: el ataque marítimo contra el bastión realista de Lima. Obtiene la promesa de una ayuda de 500.000 pesos para su plan limeño de los que sólo llegarán efectivamente 300.000. San Martín regresó a Chile, donde obtuvo la ayuda financiera del gobierno y armó una escuadra que quedará al mando del marino escocés Lord Cochrane.

Mientras tanto, en Buenos Aires las cosas se complican. Pueyrredón propicia la invasión portuguesa de la Banda Oriental para combatir a Artigas y le ordena a San Martín que baje con su ejército y encabece la represión de los orientales. San Martín se niega y le aclara que "el general San Martín jamás desenvainará su espada para derramar sangre de hermanos".

El 20 de agosto de 1820 partió desde el puerto chileno de Valparaíso la expedición libertadora. La escuadra estaba formada por 24 buques y conducía a unos 4.800 soldados. El 12 de septiembre la flota fondeó frente al puerto peruano de Pisco. Una división al mando del General Arenales se dirigió hacia el interior del Perú con el objetivo de sublevar a la población y obtuvo la importante victoria de Pasco el 6 de diciembre de 1820. Por su parte San Martín ordenó bloquear el puerto Lima. Así, el virrey De la Serna se vio acosado por todos los flancos y debió rendirse el 10 de julio de 1821. Ese día entró victorioso el general San Martín a la capital virreinal.

El 28 de julio de 1821 San Martín declaró la independencia del Perú. Se formó un gobierno independiente que nombró a San Martín con el título de Protector del Perú, con plena autoridad civil y militar. En un principio el general se había negado a aceptar el cargo, pero el clamor popular y los consejos de su amigo y secretario, Bernardo de Monteagudo, le hicieron recordar que el peligro realista no había desaparecido, que las fuerzas del virrey se estaban reorganizando en los cuatro puntos cardinales del Perú y que por lo tanto su presencia se hacía imprescindible para terminar definitivamente con el dominio español.
San Martín abolió la esclavitud y los servicios personales (mita y yanaconazgo), garantizó la libertad de imprenta y de culto, creó escuelas y la biblioteca pública de Lima. Debió enfrentar graves dificultades financieras, lo que creó entre la población un creciente descontento. Pese a las dificultades San Martín pudo controlar la situación y lograr la rendición de los realistas del Sur y del Centro del Perú.

Mientras San Martín llevaba adelante su campaña desde el Sur el patriota venezolano Simón Bolívar, lo venía haciendo desde el Norte. El general Sucre, lugarteniente de Bolívar, solicitó ayuda a San Martín para su campaña en Ecuador. El general argentino le envió 1600 soldados que participaron victoriosamente en los combates de Riobamba y Pichincha que garantizaron la rendición de Quito. Finalmente los dos libertadores decidieron reunirse. La famosa entrevista de Guayaquil, en Ecuador, se realizó entre los días 26 y 27 de julio de 1822. Había entre ellos diferencias políticas y militares. Mientras San Martín era partidario de que cada pueblo liberado decidiera con libertad su futuro, Bolívar estaba interesado en controlar personalmente la evolución políticas de las nuevas repúblicas. El otro tema polémico fue quién conduciría el nuevo ejército libertador que resultaría de la unión de las tropas comandadas por ambos. San Martín propuso que lo dirigiera Bolívar pero éste dijo que nunca podría tener a un general de la calidad y capacidad de San Martín como subordinado. El general argentino tomó entonces una drástica decisión: retirarse de todos sus cargos, dejarle sus tropas a Bolívar y regresar a su país.

Tras la entrevista de Guayaquil San Martín regresó a Lima y renunció a su cargo de Protector del Perú. "La presencia de un militar afortunado, por más desprendimiento que tenga es temible a los estados que de nuevo se constituyen. Por otra parte ya estoy aburrido de oír decir que quiero hacerme soberano. Sin embargo siempre estaré a hacer el último sacrificio por la libertad del país, pero en clase de simple particular y no más. En cuanto a mi conducta pública mis compatriotas dividirán sus opiniones; los hijos de éstos darán el verdadero fallo."

Partió luego rumbo a Chile donde permaneció hasta enero de 1823. Cruzó por última vez los Andes, estuvo unos días en Mendoza y pidió autorización para entrar en Buenos Aires para poder ver a su esposa, que estaba gravemente enferma. Rivadavia, ministro de gobierno del gobernador Martín Rodríguez, le negó el permiso argumentando que no estaban dadas las condiciones de seguridad para que San Martín entrara a la ciudad. En realidad Rivadavia, que siempre le había negado cualquier tipo de ayuda a San Martín, temía que el general entrase en contacto con los federales del Litoral. El gobernador de Santa Fe, Estanislao López, le envió una carta advirtiéndole que el gobierno de Buenos Aires esperaba su llegada para someterlo a un juicio por haber desobedecido las órdenes de reprimir a los federales y le ofreció marchar con sus tropas sobre Buenos Aires si se llegara a producir tan absurdo e injusto juicio. San Martín le agradeció a López su advertencia pero le dijo que no quería más derramamiento de sangre. Ante el agravamiento de la salud de Remedios, pese a las amenazas, San Martín decidió viajar igual a Buenos Aires pero lamentablemente llegó tarde. Su esposa ya había muerto sin que él pudiera compartir al menos sus últimos momentos. Difamado y amenazado por el gobierno unitario, San Martín decidió abandonar el país en compañía de su pequeña hija Mercedes rumbo a Europa. Merceditas tenía siete años y recién ahora conocería de verdad a su padre. San Martín comenta en una carta a su entrañable amigo Tomás Guido: "Cada día me felicito más y más de mí decisión de haberla conducido a Mercedes conmigo a Europa y arrancado del lado de doña Tomasa (su suegra). Esta amable señora con el excesivo cariño que le tenía me la había resabiado, como dicen los paisanos, en términos que era un diablotín...". En 1825 redacta las famosas máximas, una serie de recomendaciones para su educación en caso de que él no estuviera a su lado. Allí les aconseja el amor a la verdad, la tolerancia religiosa, la solidaridad y la dulzura con los pobres, criados y ancianos; amor al aseo y desprecio al lujo. Tras pasar brevemente por Londres, San Martín y su hijita se instalaron en Bruselas. En 1824 pasan a París para que Mercedes complete sus estudios.
San Martín atravesaba en Europa una difícil situación económica. Del gobierno argentino no podía esperar nada y ni el Perú ni Chile le pagaban regularmente los sueldos que le correspondían como general retirado. Vivía de la escasa renta que le producía el alquiler de una casa en Buenos Aires y de la ayuda de algunos amigos como el banquero Alejandro Aguado que lo ayudó para poder comprar su casa de Grand Bourg.

Pero el general seguía interesado e inquieto por la situación de su país. En febrero de 1829 llega al puerto de Buenos Aires pero no desembarca. Se entera del derrocamiento del gobernador Dorrego y de su trágico fusilamiento a manos de los unitarios de Lavalle. Muchos oficiales le envían cartas a su barco y lo van a visitar con la intención de que se haga cargo del poder. San Martín se niega porque piensa que tome el partido que tome tendrá que derramar sangre argentina y no está dispuesto a eso. Triste y decepcionado decide regresar. Pasa unos meses en Montevideo y finalmente retorna a Francia. En 1832 una epidemia de cólera asoló Francia. San Martín y su hija Mercedes, fueron afectados por esa grave enfermedad. Los trató un médico argentino, Mariano Balcarce, hijo de un viejo amigo y camarada de armas de San Martín, el general Antonio Balcarce, vencedor de Suipacha. Mariano atendió durante meses a los San Martín, aunque podría decirse que sobre todo prestó mucha atención a Mercedes. Pero la cosa fue mutua y el 13 de diciembre de 1832 Mariano Balcarce y Mercedes de San Martín se casaron y se fueron de luna de miel a Buenos Aires.

En 1838, durante el gobierno de Rosas, los franceses bloquearon el puerto de Buenos Aires. Inmediatamente José de San Martín le escribió a don Juan Manuel ofreciéndole sus servicios militares. Rosas agradeció el gesto y le contestó que podían ser tan útiles como sus servicios militares las gestiones diplomáticas que pudiera realizar ante los gobiernos de Francia e Inglaterra. Al enterarse del bravo combate de la vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845, cuando los criollos enfrentaron corajudamente a la escuadra anglo-francesa, San Martín volvió a escribir a Rosas y a expresarle sus respetos y felicitaciones: "Ahora los gringos sabrán que los criollos no somos empanadas que se comen así nomás sin ningún trabajo".

San Martín para ese entonces estaba muy enfermo. Sufría asma, reuma y úlceras y estaba casi ciego. Su estado de salud se fue agravando hasta que falleció el 17 de agosto de 1850. En su testamento pedía que su sable fuera entregado a Rosas "por la firmeza con que sostuvo el honor de la república contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla" y que su corazón descansara en Buenos Aires. Esta última voluntad se cumplió en 1880, cuando el presidente Avellaneda recibió los restos del libertador.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar